A la mañana siguiente la alarma suena puntual como siempre, me ducho y me maquillo a toda prisa sin dejar que Hayden me vuelva a distraer porque esta vez tengo que ir a la universidad, no me graduaría nunca si sigo faltando a clases, además echaba de menos a Mía y a Josh, hace varios días que no los veo y ni siquiera les he mandado algún mensaje de texto para preguntar por ellos, no es que no hubiera querido hacerlo, pero estando con Hayden todo a mi alrededor desaparecía.
- ¿En serio vas a dejarme?- dice entrando a la habitación.
- Tengo que ir a clases y tú deberías hacer lo mismo- me apresuro a ponerme mi vestido amarillo. – ¿Podrías ayudarme con la cremallera?
No dice nada, simplemente recorre la distancia que nos separa y se pone detrás de mí. Hago a un lado mi cabello para que no tuviera ningún obstáculo mientras sube la cremallera con delicadeza pero cuando sus manos rozan mi piel desnuda no pude evitar temblar.
- Tienes alguna idea de lo hermosa que te ves ahora- me sopla en el oído en forma de cumplido en lugar de pregunta.
- Hayden- me quita el aire cuando sus manos viajan desde mi espalda baja hasta las curvas de mi cintura.
- Solo puedo pensar en arrancarte este vestido, tumbarte en la cama y hacerte mía de nuevo- trago saliva en cuando toma el lóbulo de mi oreja en su boca.
- Hayden basta- le advierto pero mi voz pareció más un gemido que una amenaza. – Tenemos que irnos.
Con sus manos ceñidas a mi cuerpo y sus labios en mi cuello no puedo pensar, quería decirle que parara pero no podía articular ni una sola palabra, mi mente estaba totalmente poseída por sus besos y sus caricias. Me sobresalte cuando el timbre de mi teléfono suena a todo volumen evitando que pudiéramos llegar más lejos, Hayden se apartó de mí dejándome llegar hacia la mesita de noche donde se encontraba mi teléfono. Al ver la llamada entrante de mi madre mi corazón dejó de latir, sabía que si le contestaba y le dijera en donde me encontraba vendría directamente por mí para llevarme lejos nuevamente, así que decidí no mover ni un solo dedo y hacer como si esa llamada jamás hubiera existido.
- ¿Todo bien? ¿Quién era?- pregunta Hayden mientras se colocaba la ropa encima.
- Era Mia, me preguntaba a qué hora llegaría al campus- no quería mentirle pero tampoco quería preocuparlo con la llamada de mi loca madre.
Cuando rechace la llamada, guardé el teléfono en mi bolso y volví hacia Hayden.
- ¿Segura que estás bien preciosa?- toma mi mejilla izquierda con la palma de su mano acariciándome suavemente con su pulgar.
- Si no te preocupes- trato de olvidar la llamada. – Vámonos antes de que sea más tarde.
Me da un rápido beso en la frente y nos disponemos a salir de la habitación. Creí que nos iríamos en la Range Rover pero decidió que la moto sería mejor opción de transporte, aunque odiara la motocicleta Hayden siempre optaría por llevarme en ella, de esta forma me tendría lo más pegada a él, incluso mientras manejaba. Lo conocía tan bien, le gustaba tener el control hasta en este tipo de cosas.
Después de pasar veinte largos minutos en el tráfico de la ciudad por fin llegamos al campus sanos y salvos. Siempre que subíamos a esa maldita motocicleta la idea y el miedo de tener un accidente donde ambos muriéramos me consumía por completo, no podía imaginarme todas esas veces en las cuales condujo ebrio o drogado a alta velocidad, pudo haber muerto uno de esos días y yo jamás lo hubiera conocido. Por suerte ahora se controlaba debido a mí.- Bueno preciosa, te buscaré después de clases- dice antes de darme un beso rápido en los labios.
Sin decir ni hacer más se marchó dejándome sola. Sentí algo extraño en él como si no quisiera que nos vieran juntos, tal vez solo eran figuraciones mías, últimamente Hayden ha sido muy cariñoso y el no verlo comportarse de esa forma me confundió. No le tomé mucha importancia a mi incomodidad absurda y me dirigí hacia mi clase con el profesor McCarthy. Faltaba poco para entregar el último avance de nuestro proyecto final y yo aún no había leído ni la mitad de las novelas asignadas, comenzaba a creer que Hayden era un gran obstáculo para mis estudios.
ESTÁS LEYENDO
Eres Mía (1)
Teen FictionTessa Prescott ha vivido la mayoría de su vida en un internado en Londres hasta que decide regresar a su hogar en California para cumplir su sueño de estudiar literatura en la universidad de Stanford. Ella cree que todo saldrá como lo ha planeado de...