Los días que restaban de la semana pasaron volando y no había ningún tipo de señal que mostrará a Hayden con vida, el hecho que no lo haya visto ni una sola vez o que no haya mandado ningún mensaje de texto estaba comenzando a asustarme y preocuparme pero pensé qué tal vez tendría que ver con que Hayden me dejó muy en claro que no me deseaba de la misma forma que yo a él.
Finalmente llegó el viernes y mi cita con Jack sería esta noche, no tenía ni idea de que debería usar o como debería arreglarme el cabello puesto que Jack decidió decirme que nuestra cita sería sorpresa veinte minutos antes de comenzar a alistarme, nunca me habían invitado a salir y esto no me ayudaba mucho a decidir qué usar, por lo tanto mi apariencia para esta noche tendría que hacerla a ciegas.
Acercándose más nuestra hora de encuentro había terminado de leer algunos de los capítulos de Orgullo y Prejuicio para tener en mente las hermosas palabras del señor Darcy. Tomé una ducha y comencé a arreglarme, había elegido un vestido corto sin manga color azul de encaje que cubría un poco más arriba de mis muslos y unos zapatos de piso color coral. No sé mucho acerca de hacer peinados pero tomé dos mechones de cabello, uno de cada lado uniéndolos de tal forma que crearan una media coleta dejando así mayor parte de mi cabello suelto. Mi maquillaje fue igual de discreto que todo lo que llevaba puesto, aplique un poco de rubor en mis mejillas, después levanté mis pestañas y apliqué rímel para hacerlas parecer más voluminosas, hice un pequeño delineado en mis ojos y coloqué un brillo rosa en mis labios, por suerte Mia no estaba en el dormitorio de lo contrario ella se aseguraría de hacerme lucir demasiado extravagante para mi gusto.
Mientras me miraba una última vez al espejo inspeccionando que todo estuviera en orden escuché que llamaban a la puerta, pero antes de dejar que alguien me mirara terminé dándole unos retoques a mi cabello y eliminado cualquier imperfección de maquillaje. Al abrir la puerta encontré a Jack en corbata con pantalones de vestir y camisa blanca formal mientras sostenía un pequeño ramo de gerberas. Sus ojos hicieron un rápido recorrido de mi rostro hacia mis pies y de nuevo a mi rostro.- Vaya Tessa...te ves...hermosa- dijo embelesado.
- Gracias- respondí mirando hacia otro lado para que no pudiera notar mi sonrojo. -¿Esas son mías?
- Así es- dice entregándome el ramo. -Quise darte un bonito detalle, pero estas flores no le hacen justicia a tu belleza.
Jack era muy dulce y una gran persona. Como me hubiera gustado sentir por él lo que siento por Hayden.
- ¿Nos vamos?- asiento con la cabeza, tomo mi bolso y lo seguí hasta la salida.
Jack condujo todo el camino lo más precavido posible siguiendo las señales de tránsito, poniendo intermitentes cuando fuera necesario y respetando los colores del semáforo, incluso cuando hablábamos no despegaba los ojos del camino, solo unos segundos para mirarme para no parecer maleducado.
Minutos después llegamos a un restaurante italiano bastante pintoresco, este estaba decorado con pequeñas luces color ámbar y varias plantas que colgaban del techo. Nos guiaron a nuestra mesa que estaba situada en la parte de arriba del lugar, estábamos en la lateral de un gran y hermoso ventanal donde se podía ver toda la ciudad, era demasiado romántico para una cita amistosa.
Mirando todo alrededor del lugar pude darme cuenta que todas las personas que estaban junto a nosotros eran parejas de enamorados lo cual me hacía sentir más incómoda considerando que vine esta noche con alguien a quien consideraba nada más que un buen amigo.- Espero que te haya gustado el lugar- dice Jack recorriéndome el asiento caballerosamente.
- Es hermoso Jack, además debo confesarte que la comida italiana es mi favorita.
- Entonces creo que estamos empezando con el pie derecho esta cita- me dedicó una sonrisa coqueta.
Comenzaba a sentirme nerviosa, pero no porque estuviera con Jackson sino porque me sentía culpable, él creía que esto era el inicio de una posible relación cuando en realidad era mi débil intento de sacarme a Hayden de la cabeza.
Después de varios minutos mirando la carta y decidiendo que íbamos a ordenar Jack optó por una lasaña de espinacas bañada en salsa bechamel mientras que yo decidí ordenar los ravioles en salsa de cuatro quesos.- ¿Estás bien? Estás algo distraída- dice tomando mi mano.
- Lo siento es solo que miro tu rostro y no puedo evitar sentirme culpable por lo que pasó en el club la otra noche- Jack tomó mi mano izquierda llevándola hasta sus labios y depositando un tierno beso.
- Lo qué pasó no fue culpa tuya Tessa, Hayden tiene problemas de ira y se desquitó conmigo así que deja de preocuparte por ello.
- Lo sé pero no quiero imaginarme lo que hubiera pasado si Will no hubiera llegado a tiempo para detenerlo y...
- ¿Podemos dejar de hablar de Hayden? No vale la pena recordarlo esta noche- dice imitando una sonrisa.
- Tienes razón, olvidemos que existe por hoy- respondo alzando mi copa para brindar.
Nuestros alimentos no tardaron mucho en llegar a la mesa, se veía todo tan delicioso que incluso me atreví a tomar un pequeño bocado de la comida de Jack. Al terminar, una mujer rubia se había acercado a nuestra mesa ofreciéndonos la variedad de postres que tenían en el menú y en ese momento ambos decidimos compartir un brownie acompañado de helado de vainilla. Estábamos disfrutando de un increíble postre y de una charla bastante divertida cuando una llamada entrante en mi teléfono nos interrumpió, mire hacia la pantalla y no reconocí el número por lo tanto no contesté, pero no pasaron ni cinco minutos cuando el mismo número volvió a marcar.
- Por favor contesta debe de ser algo importante- me anima Jack.
- De verdad lo siento, te prometo que no tardaré mucho- aseguré mientras me levantaba de la mesa.
Conteste la llamada mientras me dirigía hacia la terraza para tener un poco más de privacidad.
- ¿Hola, quién habla?- pregunté.
- ¿Eres Tessa Prescott?- no tenía ni idea de quién podía ser.
- Si soy yo ¿quién eres tú?- volví a preguntar.
- Tessa soy Will, necesito que vengas a la fraternidad lo más rápido posible- la voz de Will sonaba algo agitada y desesperada. – Hayden ha tenido un accidente, está muy mal herido pero dice que no quiere recibir ninguna ayuda a menos que venga de ti.
En cuanto las palabras Hayden y accidente salieron de su boca sentí que todo mi mundo se venía abajo, el miedo se apoderó de mí haciendo que mis piernas fueran nada más que simple gelatina.
- Iré en seguida- fue lo único que pude decir antes de terminar la llamada.
Rápidamente volví al lugar donde se encontraba Jack para explicarle que tenía que irme cuanto antes pero no podía decirle la razón, no quería herir sus sentimientos tratando de explicarle que tenía que irme de nuestra cita para ir con Hayden quien me necesitaba, por lo que creí más conveniente decir una pequeña mentira.
- Tessa ¿está todo bien?- pregunta preocupado.
- No, yo tengo...tengo que irme...no sabes cuánto lo lamento, ha sucedido algo con mis padres y tengo que ir- digo nerviosa tomando mis cosas.
- ¿Puedo ayudarte en algo? Permíteme pagar la cuenta y nos iremos cuanto antes.
- ¡No!- sofoqué un grito. - Quiero decir...necesito hacer esto sola, no te preocupes por mí, te llamaré en cuanto llegue a casa de mis padres, gracias por la cena fue maravillosa-dije rápidamente despidiéndome de él.
Salí del lugar casi corriendo y noté como el rostro de todos los comensales y meseros se posan en mí preguntándose porque había una chica haciendo tanto alboroto en un lugar tan elegante como este, pero no me importa, todo lo que quiero es llegar hasta Hayden.
Pronto tome un taxi y una vez adentro le di la dirección de la fraternidad rogándole que condujera lo más rápido posible. Los minutos en el auto se me hicieron eternos hasta que reconocí el camino y supe que ya había llegado, solo esperaba estar haciendo lo correcto esta vez. Aún seguía dolida por lo que había pasado en el club, pero Hayden estaba herido y me necesitaba y por más que intentara alejarme de él, siempre encuentro una forma de volver a su lado.
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Eres Mía (1)
Teen FictionTessa Prescott ha vivido la mayoría de su vida en un internado en Londres hasta que decide regresar a su hogar en California para cumplir su sueño de estudiar literatura en la universidad de Stanford. Ella cree que todo saldrá como lo ha planeado de...