Capítulo 28

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Nunca había dormido tan bien cómo está noche. Mi cuerpo se sentía completamente relajado al igual que mi mente, me sentía feliz y plena junto al hombre que tenía al lado. Al despertar me tome un momento para contemplar el rostro de Hayden, estaba aún durmiendo tranquilamente y comencé a preguntarme ¿cómo había sido tan afortunada en encontrar el amor? El solo recuerdo de Hayden encima de mí mientras me hacía suya hizo que mi corazón se acelerara. Ya no podía imaginarme mi vida sin él.

-    Si me hubieran dicho hace un par de meses que despertaría al lado de la mujer más hermosa del mundo no lo hubiera creído- me dice aún con los ojos cerrados.

-    Buenos días- me acerque a él dándole un rápido beso en los labios y recostándome boca abajo.

-    Buenos días preciosa- se levanta de un brinco depositando tiernos besos desde mi hombro bajando por mi espalda. – Me encanta tenerte así, desnuda y enrollada en las sabanas de mi cama.

Me quede quieta manteniendo mis ojos cerrados mientras disfrutaba de los besos que me daba, hasta que salió de la cama apresuradamente. Sosteniendo la sábana sobre mi pecho me fui sentando poco a poco, comencé a sentirme adolorida y un breve quejido se escapó de mis labios lo que hizo que Hayden regresara hacia mí.

-    ¿Te encuentras bien?- pregunta angustiado sentándose a mi lado.

-    Sí, estoy bien tranquilo- me quejo un poco. – Sólo me siento más adolorida que anoche.

Me sonrió y me dió un pequeño beso en el hombro. Sabía que se sentía orgulloso de haber sido él quien me haya marcado de esta manera pero no lo confesaría para no hacerme sentir incómoda.

-    Tengo que prepararme para ir a clases- digo rozando nuestras narices.

-    No, no, no- se abalanza sobre mí recostándome nuevamente. – Te propongo algo mucho mejor. Tú, yo, desnudos en esta cama y un poco de crema batida ¿qué dices?

Un escalofrío recorrió mi espalda.

-    Yo digo que estás loco- me burlo.

-    Pero claro que estoy loco, pero por ti preciosa- respondió tomando mi nuca y acercándome hacia sus labios.

Nos empezamos a reír mientras nos besábamos. Con habilidad Hayden se deshizo de la sábana que se interponía entre nosotros, sus manos viajaron desde arriba recorriéndome los pechos y encontrando mis pezones, arquee la espalda reprimiendo un gemido mientras seguía su recorrido ahora por mi cintura llegando a mi parte más baja. El deseo me abarcó por dentro haciéndome sentir necesitada de su tacto.

-    Tessa- gimió Hayden.

Al escuchar mi nombre salir de sus labios mi piel comenzó a estar en llamas, la tensión que se había acumulado entre nosotros y solo podía desaparecer de una forma.

-    Me encanta que tu cuerpo solo reaccione ante mi tacto- dijo provocando que hundiera la cabeza en la almohada.

Comenzó a mover ligeramente los dedos sobre mi sexo dándome el placer que necesitaba. Mi espalda se levantó del colchón arqueándose y Hayden aprovechó para tomar ventaja de ello y lamer mi cuello. Mi vista comienza a nublarse, mis piernas comienzan a temblar y ahogó mis gritos mordiéndome el labio. Los dedos de Hayden se volvían cada vez más expertos en mi punto más débil.

-    Eso es Tessa, córrete para mí- dice y sus palabras me acercan más al orgasmo.

-    Mmmm...Hayden- gimo mientras intento recuperar la respiración.

Mi cuerpo nunca había sido expuesto a tantas descargas de energía como en estas últimas veinticuatro horas, no me estaba quejando, por lo contrario no podía creer que todo este tiempo me estuviese perdiendo de los beneficios del sexo.

Eres Mía (1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora