Capítulo 22. Eres especial para mi

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Volvimos a casa caminando frente a la noche estrellada mientras charlabamos y Eren sostenía delicadamente mi mano que se mecía junto a la de el debido a nuestro andar. El mocoso había dejado de cargarme porque es un bebé y dijo que no resistiría más mi peso, así que por eso el cambio repentino de posición, pero me encontraba feliz, aunque fuera un gesto simple jamás había sostenido su mano de esta manera en la que el también estuviera consciente que sostiene mi mano, me gusta sentir su ligero apretón y el calor que sus manos desprenden, aunque odio arruinar el momento con mis malditas manos sudorosas y les juro que sudan más cuando estoy con quién me gusta - señal odiosa que demuestra que parezco una loca colegiala cuando me enamoro - y no puedo evitarlo, deseo parar pero tiene la reacción opuesta, aunque, a Eren no parece molestarle...
 
Observo nuestras manos unidas y luego lo miro notando en su rostro una pequeña sonrisita dibujada mientras se limitaba a ver el camino, se le ve de lo más relajado, a pesar que estoy nervioso el no parece estarlo, mi corazón palpita como loco y ni mencionar las manos ¡Por Dios! ayúdenme, creí ya haber superado el amor pero el destino me estampó un mocoso en la cara y me demostró que no era así, pero es la mejor bofetada que me pudieron dar, sin duda lo mejor.

- oye Eren - le llamé viéndolo y después el hizo lo mismo

- ¿Qué pasa?

- es que estaba pensando que sería divertido hacer algo

- ¿El que?

- bueno se trata de...¡A qué no me alcanzas! - grité mientras corría lo más rápido posible, lo había dejado tragando polvo, eso era seguro.

Corría lo más rápido por las vacías calles y carreteras y sentía los pasos apresurados del mocoso intentando alcanzarme, escuchaba sus risitas que se escapaban de vez en cuando junto a las mías y nuestras respiraciones agitadas hacían juego. Finalmente llegué al bosque y sentí que apresuró la velocidad por lo que hice lo mismo y logré finalmente llegar a la casa tocando el barandal de la entrada como muestra de mi victoria.

- ¡Siiii! - grité feliz mientras miraba a Eren que intentaba agarrar algo de aire - te eh ganado, te eh ganado - me burlaba haciendo un baile ridículo

- ha sido trampa, no me avisaste

- si que lo hice - replique

- demasiado tarde

- pero lo hice, en fin, quiero mi premio - demandé alzando mi mano

- ¿Disculpa? no recuerdo haber apostado nada

- si que lo hiciste

- nop, no lo hice

- pues te lo estoy exigiendo, y ahora, lo quiero ahora

- ¿Qué quieres que te de?

- ¿Acaso no es obvio? - "dinero, idiota"

- está bien, cierra los ojos

- está bien - "ojalá y sea mucho"

Cerré mis ojos aún con la mano extendida esperando el valioso dinero con el que me compraría un producto de limpieza, así que sin duda espero mucho, si no le exigiré la suma de dinero así que de ninguna forma escaparas Jaeger.
Seguía esperando paciente, pero lo único que sentí fue su mano entrelazar la mía, me cuestioné sus acciones así que intenté abrir los ojos pero lo impidió tapandolos con su otra mano...

- espera, no te eh dado mi recompensa - susurró en mi oído provocandome un escalofrío.

Acepté con paciencia esperando sus acciones pero solo hubo silencio, solo escuchaba el viento mecer las hojas y los grillos haciendo su típico cantar, el búho ululuando en su rama preferida y el sonido de la respiración de Eren que aún estaba levemente agitada, desenrolló su mano con la mía y sobó mi mejilla para después retirar su mano de mis ojos y sobar mi otra mejilla, no abrí los ojos aún esperando que se apresurara a hacer lo que sea que haría, se acercó un poco más colocando su pierna entre ambas mías haciendo algo de presión en mi entrepierna provocando que me dieran nervios "¿Qué planea este mocoso?" sentí su respiración chocar con la mía y al fin se digno a hablar con su voz ronca diciendo un “eres perfecto” no pudé más y abrí los ojos pero en ese momento Eren me besó haciendo que me despreocupara y logrando que le siguiera el beso gustoso, enrolle ambas manos en su cuello y volví a cerrar los ojos disfrutando más esto, pedí que dejara entrar mi ansiosa lengua a lo cuál no se opuso y la unió con la mía de inmediato provocando que el beso fuera más profundo, presionó un poco más mi entrepierna consiguiendo un gemido de mi parte que fue inmediatamente ahogado por el beso, enrolle ligeramente mis dedos en su cabello y lo atraje más hacia mí para sentirlo más, quiero más.

Los psicópatas también se enamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora