Capítulo 24. Una vida feliz junto a ti

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¡Uwaaaaaaaa! - se escuchaba el fuerte llanto de un bebé a media noche en la cabaña del centro del bosque

- calla es cosa - exigía Eren tapándose los oídos al punto del colapso

- eso intento - decía Levi miéntras tenía en sus brazos al bebé y con la otra mano tenía el biberón que el pequeño rechazaba

- pues no te estás esforzando

- ven hazlo tu, haber cómo te va

- el es tuyo si no mal recuerdo

- no me vengas con tales mierdas y ayúdame

- es que ya no lo soporto, me duele la cabeza, siento que me va a explotaaaar - se quejaba el castaño arrastrando cada palabra con desesperación y revolcándose en la cama miéntras tapaba ambos oídos con las manos

- déjate de cosas y ayudameeee - pidió Levi con cara de muerto que espantó apenas a Eren

- ¿Qué...hago?

- cargarlo miéntras le preparo un té de manzanilla, talves eso lo calme

- está bien - aceptó Eren recibiendo unas cuantas recomendaciones y advertencias de como cargarlo adecuadamente.

Lo sostuvo firmemente con algo de miedo miéntras Levi iba a la cocina a preparar el té.

Eren casi no soportaba el llanto que lo tenía prácticamente en el oído y este le comenzaba a zumbar, su rostro solo mostraba ojeras de varios días antes en la que las noches, en su mayoría, eran tal y como esa.
Arrullaba suavemente a Ethan con delicadeza intentando calmarlo un poco aunque este seguía llorando así que comenzó a cantarle una pequeña canción que Carla siempre le cantaba antes de dormir. La melodía era suave y tranquila, el pequeño miraba con ojos atentos a su padre como si en realidad comprendiera lo que decía y eso para Eren fue mágico.

El bebé guardó silencio y tan solo prestaba atención al melódico canto que no era cantado por una gran celebridad o por una magnífica voz, pero era de un dulce Eren que intentaba calmar al bebito y poder dormir tranquilo junto a Levi y que todos estén cómodos. Era simple pero el bebé se los complicaba, aunque parecía que la canción le había llamado la atención.

- ...¡aquí está! - mencionó con alegría Levi con el biberón en mano, esperanzado el poder tranquilizarlo finalmente, pero se sorprendió con lo que vió

- shhh - le reclamó Eren y acto seguido volvió a cantarle a un Ethan que lo miraba atento y sostenía el meñique de Eren con toda su manita.

Levi simplemente sonrió y le pasó el té a Eren para que se lo diera al bebé, que lo aceptó con gusto miéntras aún escuchaba el canto suave y tranquilo.

El pequeño pronto fue cerrando los ojos miéntras soltaba el biberón casi vacío, los cerraba y después los volvía a abrir ante la atenta mirada de la pareja.
Luego de un gran intento de seguir escuchando a Eren cantar, por fin cayó rendido y se durmió en los brazos de Eren miéntras Levi los miraba sentado en la cama. Eren le dió un suave beso a Ethan en la mejilla y lo recostó en medio de la cama, apartó unos cuantos mechones de su rostro y limpió la saliva que empezaba a escurrir por la boquita del menor, le extendió la cobijita de animales y lo arropó bien.

Suspiró con alivio y le dió una sonrisa a Levi que solo lo miraba con una sonrisa ladina.

- cantas bien mocoso, lograste hacer dormir al mocosito

- me enorgullezco de mi mismo, soy mejor que tú

- ni se te ocurra, yo soy mejor

- di lo que quieres pero ambos sabemos que soy yo el mejor

Los psicópatas también se enamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora