Capítulo 5. conviviendo juntos...o algo así

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Advertencia: la imagen no tiene que ver con el capítulo solo está allí para que la sabroseen, sin más que decir a leer...
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Me desperté por los rayos del sol que traspasaban el vidrio de una pequeña ventana al lado de donde estoy. Me froté los ojos con pereza y abostecé al mismo tiempo que estiraba los brazos y estos tronaban, troné de igual forma mi cuello y me quedé observando alrededor.
Me sorprendí y abrí bastante los ojos al darme cuenta que ya no me encontraba en el sótano, sino que en un cuarto y me encontraba sentado en la cama de este, voltee a ver hacia la puerta que se encontraba cerrada y me arme de valor para salir por esta. Me puse de pie y abrí la puerta lentamente asegurándome de que no rechinara por nada del mundo y camine unos cuantos pasos hasta lo que parecía la cocina y allí lo ví.

El enano se encontraba de espaldas mía preparando la comida con un adorable delantal y pantuflas de conejito, tarareaba una canción que no reconocí mientras movía ligeramente las caderas. Era un acto super adorable y si no me hubiera dado cuenta que es un loco secuestrador jamás lo habría pensado.
Di un paso provocando que la madera rechinase y me tense de inmediato, acto seguido el azabache se volteó quedando cara a cara conmigo y abriendo los ojos aparentemente sorprendido, luego cambio su cara a la habitual y me dió una pequeña sonrisa "¿Qué le pasa a este enano bipolar?"

- veo que has despertado - dijo después de hacer esa mini sonrisa - siéntate en la mesa, pronto estará la comida.

- si - me limité a contestar.

Obedecí y me senté en una de la sillas de la mesa de madera y regrese mi mirada hacia el azabache y no despegue mi mirada por ningún minuto, me fijé en cada uno de sus rasgos; es de muy baja estatura, su piel es de un color pálido, ojos color azul eléctrico, cabello color azabache con un corte militar, su rostro tienes rasgos finos, una pequeña nariz que lo hace ver muy adorable, labios color carmín y su típico ceño fruncido. Se concentraba totalmente en lo que estaba preparando y a pesar de que yo había aparecido no dejaba de tararear esa canción aunque había dejado de menear las caderas y eso me molestó un poco ya que se veía muy adorable, inconscientemente se me salió una risita algo burlona al recordar como meneaba esas caderitas al compás de lo que tarareaba.

-¿ De que te ríes mocoso? - cuestionó interrumpiendo mis descabellados pensamientos.

- na-nada - conteste apenado desviando la cabeza y regañando me a mi mismo por haber pensado esas cosas.

- tch - chasqueo la lengua para proseguir con lo que sea que preparaba.

Minutos después se acerco hacia la mesa con dos platos con la comida.

- el desayuno está servido - dijo mientras colocaba delicadamente el plato encima de la mesa.
Baje mi mirada expectante para ver lo que había preparado y casi se me sale el alma al ver a dos panqueques que olían delicioso y que tenían formado una carita feliz con la miel y un trozito de margarina que era la nariz.

- ¿ PERO QUE CARAJ....?

- no hables mientras comes mocoso - dijo interrumpiendo me y sentándose a mi lado para empezar a comer, me callé e hice lo mismo. Pero no podía dejar de pensar el porqué un desquiciado que secuestra y mata a personas hace panqueques con caritas, ¿Que rayos le sucedió para que se volviese un frío asesino?

- ¿En que tanto piensas mocoso? - me preguntó viéndome con esa azul mirada.

- mmmm..... ¿Yo?

- Pues obvio, ¿acaso miras a algún otro mocoso en esta casucha? - dijo con cierta molestia.

- no soy un mocoso - dije ofendido e inflando los cachetes formando un puchero algo infantil.

- para mi si que lo eres - dijo haciendo una media sonrisa burlona

Los psicópatas también se enamoranDonde viven las historias. Descúbrelo ahora