No soy ciega [✔️]

💙 Capítulo 14 💙

XIV: Noche de partido

El miércoles en una de las horas que coincido con él, me vuelvo a debatir si volver al tema de ayer o dejarlo pasar. No quiero que las cosas se pongan tensas y creo que somos buenos amigos, tal vez de momento sea lo mejor dejarlo así.

— ¿Te consideras un fanático del futbol americano? —pregunto curiosa.

—No me se todas sus reglas y la mayoría de las jugadas no las entiendo pero me gusta ver cuando se taclean —admite. Me río por su sinceridad.

— ¡Vaya! Que sádico —digo divertida.

—No me considero muy deportivo, si lo tengo que hacer lo hago más si tengo la opción desisto y por lo mismo no soy muy fanático.

Asiento.

—Por mi condición no me animo a practicar algún deporte —le cuento.

—No te animas pero si podrías —afirma. Asiento porque es verdad pero...

—Siento que luciría torpe y fuera de lugar, no se —me encojo de hombros— no me llama la atención hacer el ridículo —confieso. Intentando alejar la incomodidad agrego—: Todos dicen que ver los partidos del equipo son algo desestresante, ya lo sabrás. Posiblemente no le entiendas pero te divertirás muchísimo al ver como derriban al equipo contrincante... o los derriban —bromeo.

Se ríe y luego hace un ruido con su lengua.

—Un día de estos ambos iremos a hacer deporte —promete y eso me emociona.

Sonrió de acuerdo con la idea— Me parece bien —los nervios están ahí pero los controlo.

El resto de la semana pasa con regularidad. Nos saludamos por los pasillos y hablamos en las clases que compartimos, el jueves que almorzó con nosotras le presente a Julieta la cual está muy tranquila para salir por primera vez como animadora, es algo inquietante porque cuando le preguntamos respondió con un simple y seco bien.

— ¿Cómo sentiste tu primera semana? —pregunto bajando un par de escalones rumbo al estacionamiento. Le ofrecí a Lucas llevarlo a su casa pero me dijo que tenía que esperar a su hermano menor.

—Aun no termina. Falta el partido y la fiesta.

—Cierto. Raquel va a recogerme ¿te quieres venir con nosotras? —di que sí.

—Si.

Me despido y voy a donde se que está estacionado mi hermano. Afortunadamente coincidimos en los horarios de salida y cuando tiene entrenamiento regresa después de dejarme en casa.

— ¿Y esa sonrisita?... Para que pregunto si es por el nuevo —Erick ya lo conoce y a pesar de que no lo diga sé que no le fascina la idea de su hermana siendo amiga de alguien del sexo opuesto y menos que ese alguien no sea del equipo.