L U C A S
Sin duda actué como un retrasado mental o una mala copia del chico rudo con la vecina... pero sin temor a equivocarme, el apodo de 'bonita' le queda corto, es absolutamente arrebatadora con esa mirada avellana indescifrable. ¿Qué pensara de mí? Que estoy loco, eso seguro.
Camino por el sendero de cajas de cartón que creamos para poder tener una vía de salida.
Esto de mudarse es de lo más complicado, en las series es algo como: llegas y una semana después ya ¡Mágicamente tienen todo en su lugar! ¡Ja pues lo dudo! Son infinidad de cosas que honestamente no tiene la menor importancia y considerando que nos salimos del lugar lo más rápido posible, me extraña.
—¡Lucas ¿eres tú?! —grita mi madre desde la cocina justo cuando logro llegar.
—Si, ma.
—Cariño ¿puedes poner la mesa? —pide dulcemente.
Las recamaras y el comedor fueron las únicas habitaciones que logramos limpiar y solo porque eran algo estrictamente necesario.
—Por supuesto —accedo yendo a por los platos— ¿Y Jack?
—Después de que te fuiste salió a dar una vuelta.
La preocupación aparece como una sombra molesta, sin embargo, me forzó a repetirme que aquí nadie nos conoce, que nos mudamos para que tuviera una adolescencia normal dentro de lo posible y que no estaría mal darle espacio para que digiera todos los cambios por los que hemos pasado estos últimos meses.
—¿Quieres que lo vaya a buscar? —ofrezco impaciente, después de varios minutos en los que mis nervios parecen no querer darme tregua.
—Si, ya está empezando a oscurecer —acepta y veo como se soba las manos en un claro intento por tranquilizarse.
En eso se escucha la puerta principal ser abierta.
—¿Quien? —pregunto lo suficientemente alto.
—Pues yo —responde el enano de 13 años que tengo por hermano.
Al llegar hasta donde estamos lo vemos completamente cubierto de lodo.
Sus rasgos aun un tanto infantiles, pero sin duda una mini copia mía, y por ende, de papá. Piel clara, cabello negro ligeramente ondulado y ojos grises. El parecido físico es asombroso, lamentablemente la actitud es totalmente diferente, siempre fue más inquieto, más travieso, más rebelde; ahora, se le agrega la ausencia de un padre en el comienzo de la adolescencia...
Nuestra madre no mueve ni un musculo, creo que ni parpadea, se que respira ya que su pecho se mueve pero parece congelada.
Lo miro mal, sabe que ella tiene suficientes cosas en las que pensar como para que aparte llegue cual vagabundo revolcado en la tierra.
ESTÁS LEYENDO
No soy ciega [✔️]
Novela JuvenilElisa Montero es una chica que desde muy pequeña quedó ciega, fue difícil aceptarse y acostumbrarse a lo que es. Gracias a su familia y amigos puede tener una vida normal de adolescente, asiste a la escuela, va a fiestas y sale con chicos... bueno e...