KIMONO BOYS || SUJIN|| JINSU||

1. The Prologue

Jungkook lo miraba con esos grandes y brillantes ojos, el menor era como un niño caprichoso aún cuando ya sobrepasaba sus veintidos años.

Yoongi no estaba seguro de que le pediría esta vez. Pues rara vez lo había visto con esa mirada. Llevaba trabajando con él desde que aquel muchacho de 18 años había entrado a trabajar junto con él en la compañía.

Una compañía encargada de producción y edición de audio y vídeo.

Pero el punto aquí era, los ojos de bambi que el menor tenía sobre él, sin mencionar la cabeza de Hoseok asomada en la puerta del estudio que compartían.

—¿Qué? —preguntó ya un poco cansado de los ojos brillantes de Jungkook.

—Anda, ven con nosotros hyung.

—Jungkook-ah...—ahí iba de nuevo. El pequeño era un insistente en cuanto a quererlo sacar de su trabajo.

La rutina de Yoongi era simple. Despertar, desayunar -si es que podía llamarle así a su café de la mañana-, dirigirse a su trabajo, comer y terminar su jornada para regresar a casa con Holly, quizás ordenar algo de cenar, tomar una ducha y dormir. Simple.

Sus salidas eran contadas, algunas veces al cine, o tal vez ir con su hermano a comer.

Pero de nuevo, Jeon Jungkook quería cambiar eso y junto a Jung Hoseok querían que el pálido chico saliera un poco más, tenía 26, esa era la principal excusa para ellos. Tenía que vivir aún muchas cosas, aún le quedaba mucho mundo por descubrir.

—Anda hyung, solo esta noche. Lo prometo si la experiencia no te agrada lo dejaremos. Ni Hoseok hyung ni yo volveremos a insistir. —tentandor. Así sonaba la propuesta.

Si salía con esos chicos esa noche. Su tormento diario se daría por finalizado. Estaba seguro de que cualquier cosa que ellos tuvieran planeado no sería mejor que su cama y su computador en casa.

—Bien.

—¡MUY BIEN JUNGKOOKIE! —el grito casi ensordecedor de Hoseok se dejó oír no bien Yoongi abrió la boca para aceptar.

—¿A dónde iremos? —eso era mejor que seguir escuchando las celebraciones de los chicos frente a él.

—Es, como una fiesta. —en un vagó intentó Hoseok hablo.

—Será una sorpresa hyung. —Jungkook respondió con una sonrisa. —Nos iremos directo de aquí en unos veinte minutos.

Yoongi se resignó. Sería una noche larga.

°

Yoongi no estaba muy animado esa noche. Las fiestas no eran exactamente lo suyo, pero sus amigos ya habían insistido lo suficiente como para hacerles compañía.

El trayecto fue ruidoso, no esperaba menos. Hoseok y Jungkook eran conocidos por serlo.

Así que ahí estaban.

En un barrio llamativo, luces de neón. La puerta del establecimiento frente a ellos eran pequeña, por no decir diminuta.

Un chico abrió la puerta, Hoseok contestó a una pregunta que no logro escuchar pues aquel chico se la había hecho directamente al oído. Instantes después les permitió entrar.

Las alarmas se encendieron en su cabeza.

La oscuridad los absorbió no bien pisaron el lugar. Habían tenues luces de neón rojas, magentas, algunas azules y quizás un par en color blanco. Al centro una especia de escenario con pasarela, un bar a su derecha y unas escaleras a su izquierda, mesas y sillones repartidos por el lugar. Habían algunas chicas y chicos sirviendo bebidas y aperitivos.

¿A dónde diablos ese par lo habían metido?

No estaba asustado, pero si confundido. ¿Qué clase de persona se ocultaba detrás del Jungkook que el conocía? ¿En qué se convertía el juguetón de Hoseok en la noche?

Serendipity.

Ese era el nombre del lugar, enmarcado con luces brillantes doradas y rojas.

—¿Dónde estamos?

—No es lo que estas pensando hyung. —respondió Hoseok moviéndose entre las mesas ya ocupadas del establecimiento.

—¿Qué estoy pensando exactamente?

—Que esto es una clase de club nudista o algo por estilo. —Yoongi hubiera querido negarlo, pero en efecto. Eso había pensando. —Es más complicado que eso hyung, este lugar es casi un secreto a voces, puedes escuchar de él pero entrar es otro mundo.

—Debes conseguir el código y ese es solo entregado por los que trabajan aquí.

—¿Cómo entramos nosotros?

—Hace unos años conocí al dueño, el chico que nos atendió en la puerta. Él quería crear esto. No espero que lo entiendas a la primera. —Hoseok tomó asiento seguido de sus otros amigos. Habían quedado plácidamente cerca del escenario. —El personal de aquí esta especializado en arte, ya sea cantando, bailando, tocando algún instrumento y más. El chico del bar, hace magia por ejemplo y sus cócteles son geniales. Jungkook esta algo así como enamorado de él.

—¡Oye! —el menor se quejó.

—Sigo sin entender.

—Es un lugar visual, para el arte, para ser apreciado. Lo entenderás una vez el show inicie. Por cierto, la seducción también es importante, pero nada de desnudos. Lo prometo.

Y Yoongi tal vez hubiera estado tranquilo con eso, si no hubiera sido porque entonces a su mesa se acercaron unos chicos vestidos con kimono. Hermosos chicos si debía ser honesto. Habían salido de la nada. Una chica también los acompañaba, un top lograba verse debido a la abertura de su kimono azul, sus piernas eran visibles también, llevaba una bandeja con algunos tragos que dejo en la mesa.

—Mi nombre es Shu Hua ¿Desean ordenar algo para disfrutar el show? —la chica era pequeña y delgada con voz dulce.

—Tres cócteles de la casa por favor. —ordeno Hoseok.

—En seguida estarán aquí, les dejo a sus chicos y disfruten.

Su garganta se secó.

*

*

*

Hola, Cheery aquí dejando el primer capítulo de esta nueva historia. No me pude resistir.

Ojala les guste y nos leemos muy pronto.

-Cherry.

Fighting.