Narra Kaede
Una semana después
Las palabras de Eve no me habían dejado dormir por varios días.
Tal vez podía perdonarlo..... Pero no lo haría
---¡Eve! --Salí de mi habitación y caminé hasta la de ella, mis pies sentían frío, ya que al chocar con el frío suelo del Penthouses dolían un poco, cuando estuve frente ala puerta de la alfa toque gentilmente, aquel tacto me dolió también, la puerta estaba fría al igual que mis dedos, en estos momentos deseaban estar en mi cama envuelto en una cálida cobija
---¡Voy! ---Escuche como sorbía su nariz, cosa que indicaba que había llorado, cuando abrió la puerta pude ver sus ojos rojos de tanto llorar, me miraba tristemente, aun así no me aventure a preguntar, si ella quería hablar yo estaba para ella siempre, pero se veía tan demacrada que decidí no preguntar.
---Quiero salir a comprar unas cosas ---Hable tímido jugando con mis dedos, puesto que ya era noche y no sabía si me dejaría ir solo, pero nada perdía con intentar ¿Cierto?
---Si, pero yo te acompañaré --Se giró para así comenzar el camino hasta su armario y buscar su ropa, quería estar solo al menos una vez, así que me apresures a detenerla
---¡NO! ---Grite derrepente cosa que hizo que Eve se asustara un poco y pegase un brinco en su lugar
---¡¿Qué pasa?! ¡¿por qué gritas tan de repente?! ---Hablo algo nerviosa y con la voz quebrada
---iré solo, el lugar a donde quiero ir esta a 4 cuadras, no te molestes en acompañarme, además, pareces no estar bien, hablemos cuando vuelva, ¿Vale?, traeré comida ---Y tras estas palabras me di la vuelta, si ella no me había detenido para contradecirme quería decir que accedía, o eso quise pensar.
Llegue a mi habitación y me cambie, me puse un abrigo azul casi llegando a una tonalidad verdosa, unos guantes sin dedos negros, agarre mi mochila y salí del lugar.
Camine por las frías calles nocturnas, el frío viento chocaba con mis mejillas haciendo que doliesen un poco, mi nariz estaba roja debido a la horrible temperatura, camine unas cuadras pensando en lo ocurrido con Joe, no quería perdonarlo, me había dañado mucho, más sin embargo parecía arrepentido, ¿Qué se supone que debo hacer?
Estúpidamente no caería en sus redes tan fácil, además, también esta Eve, ella parecía sufrir mucho, pero también comprendía y no me obligaba a estar con Joe si yo no quería, era la única capas de entender mi sufrimiento en estos momentos, era gentil y compresible, fácil de hablar con ella.
---Así que nos volvemos a encontrar... ----Una voz masculina y juguetona me saco de mis pensamientos, en medio de la calle, la voz parecía provenir de un oscuro y frio callejón ¿Qué tipo de persona loca y psicópata se le ocurría hablarle a alguien desde un callejón?
---¿Q-Quien eres?--- hable un poco asustado, me sentía nervioso al estar hablando con alguien el cual estaba dentro de un callejón y no sabía quien era, me asustaba pensar que era alguien cercano a Joe, puesto que no conocía a nadie más, no había explicación alguna
---Soy Rodrigo, ¿Me recuerdas? ---De aquel callejón salió aquel hombre, más sin embargo ahora parecía estar muy bien, no estaba drogado, solo traía un cigarro en la mano, estaba muy bien vestido y en sus 5 sentidos al parecer
---Claro ---Me ruboricé un poco al recordar lo que sucedió aquella noche... Aun que, sin reproches lo volvería a intentar, su toque no había sido tan malo o tortuoso
---Parece que recordaste nuestra noche ¿Qué tal estuvo? ---A mi parecer era un poco descarado y grosero, pero me agradaba la idea de estar en su compañía, aunque fuera un desconocido, parecía no siempre tener una necesidad de llevarme a la cama de manera forzada, tomaba en cuenta lo que yo pensaba
---A-Algo... Bien ---Él me miro y me regalo una sonrisa ladeada, aquellos ojos parecían mirar a su presa, más sin embargo me encantaba, su manera de mirarme me encendían totalmente
---¿A dónde te diriges Precioso? ---Dios, los hombres se comportan muy machistas y misóginos con los omegas, si llegue a pensar que me gustaba me retracto
-- Quiero comprar unas cosas, y quise caminar un poco ---No quería decir nada más, sentía que me estaba midiendo, como si me analizará para poder jugar sus cartas
---¿Me dejarías acompañarte? ---Dijo amablemente ---¿Te molesta? ---Hablo sin moverse, de algún modo dejo de molestarme, este hombre era todo un misterio andante ---¿Tienes pareja?
---Claro, no sería tan malo y, en este momento no... ---Mi mente estaba hecha un lío, después de todo ¿A dónde pensaba llegar con aquella pregunta? ¿Debía seguirle la corriente?
---Bien ---Termino su cigarro, lo tiro al suelo, lo piso para apagarlo y se acercó lentamente ami --- Vamos
Con confianza poso su brazo en mi cintura rodeándola, me sentía nervioso, jamás me había encontrado en una situación como esta
---Espera, ¿qué haces? ---Mi miedo llego de golpe al sentir su mano posándose sobre mi cintura, ¿Acaso quería propasarse y luego lastimarme?
---Oye cálmate ---Me acerco hacia el cuando noto que de mis ojos un mar de lágrimas caían, un gran número de espasmos por llorar se hicieron presente ---No llores, no te haré daño, no te tocaré si no quieres, cálmate ---Con cuidado tomo mi rostro y con sus pulgares seco mi lágrimas, su mirada era preocupada y algo dentro de mí me hizo confiar en el
---Snif...Snif... ---El paso sus brazos por mi espalda y me abrazo, su toque era cálido y reconfortante
--Todo está bien, no te haré daño, lo juro --Mientras estaba distraído tomo mi barbilla delicadamente acercando su rostro al mío y me beso...
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GRITOS DESESPERADOS
AcakHistoria toxica maltrato, violencia R+18 Kaede como cualquier chico de 16 años trata de pasar sus días tranquilos en el instituto, sin embargo su peor pesadilla .... Joe Aulin, la persona que le provoca dolor en cada uno de sus huesos, resulto ser...