Capitulo 20. Mike Ivanobich.

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Narradora


Al día siguiente, lo que parecía ser una radiante luz mañanera atacaba los ojos del un pequeño castaño, parecían querer obligarlo a despertar, pero este no cedía por completo, no quería dejar de abrazar los brazos de Morfeo y enfrentarse a su cruda realidad.  Hablar con Rodrigo, le aterraba pensar que este estuviese molesto. 

---Se que no estas dormido cariño ---Hablo Rodrigo y con cuidado se acerco a Kaede, planto unos cuantos besos en la nuca y espalda de este y busco brindarle confianza. ---Si no quieres hablar de eso no lo haremos, o al menos no hasta que tu quieras. Sabes que siempre estaré allí para ti ---Los ojos de Kaede se aguaron, realmente anhelaba escuchar esas palabras, quería escuchar que siempre estarían juntos, que jamás se separarían y que no dejaría de amarle jamás, eso calmaba el dolor de su corazón ---Decidió no responder, agradecía a Rodrigo cuan comprensivo era,  y solo se dejo guiar por el sueño.

Mas tarde, tal vez dos horas después el sonido de pasos pesados subiendo las escaleras invadió los tímpanos de Kaede, abrió, lentamente los ojos dejando que estos se acostumbrasen a la cálida luz matutina, se tallo los ojos y diviso un cuerpo frente a el, hincado, acariciándole la mejilla cálidamente. 

---Ya despierta dormilon.... ---La cálida voz de Rodrigo lo hizo sonreír,  sintió un beso en la frente y simplemente se rio levemente, se sentía como estar en un sueño ---Prepare el desayuno, es mi día libre, y quise hacer algo para ti 

---Eso es muy lindo ---Poco a poco se fue incorporando a la cama, no pasaron muchos segundos cuando ya tenia una pequeña bandeja de manera posada sobre sus piernas luciendo un festín de manjares, de inmediato sintió su boca hacerse agua ---¿Enserio hiciste todo esto tu?

---Espero tu estomago lo reciba positivamente ---Murmuro Rodrigo y tomo una cuchara con un poco del helado de vainilla que estaba en uno delos platos sobre la bandeja ---Los primeros días consumiendo alimentos realmente fueron horribles, me hacías preocuparme siempre.

---Lo siento, también fue duro para mi, pero gracias a ti, ahora estoy mucho mejor... Gracias por tomarte la molestia de hacer esto, lo aprecio mucho ---Abrió la boca y dejo que la cuchara con aquel dulce y delicioso helado de vainilla entrase en su boca para luego derretirse con rapidez ---Enserio, adoro el helado de vinilla 

---Lo se... Abre grande ---Kaede obedeció y abrió la boca para recibir esta vez un bocado de trozos de fresas y durazno picados,.

 ---Yo, lamento haber dudado de ti ---Sus ojitos se cristalizaron, y amenazaron con romper en llanto, Rodrigo se apresuro a detenerlo

---No tienes por que disculparte, si estuviese en tu lugar, también hubiese pensado lo peor, así que deja de culparte por pequeñeces y disfruta mi regalo de disculpa---Kaede asintió y bajo la cautelosa mirada de Rodrigo, siguió comiendo, hablaron un poco de el nuevo empleo de Rodrigo, un trabajo de administración en el hotel Diamond, solo unas cuantas horas al día y tendría buena ganancia, Rodrigo en ningún momento menciono el nombre ni el apellido del dueño de aquel lujoso Resort. 

Kaede estaba muy contento, Rodrigo tendría un muy buen trabajo y podría estar mucho mas tiempo con el en casa, disfrutando de hacerse compañía. Mas tarde, después de el desayuno y el almuerzo, Rodrigo se alisto y para hacer una salida de emergencia debido a su trabajo, prometiendo regresar en menos de tres horas, a lo que Kaede no pudo alegar, después d todo era el trabajo de Rodrigo. 

---Te amo... ---Soltó Kaede mientras despedía a Rodrigo en la entrada, este subió a uno de los autos estacionados en la cochera y arranco con un rumbo distinto al que supuestamente debía ir, se desvió por varios kilómetros, hasta llegar a una lujosa residencia a las afueras de la ciudad, escondida de cualquier caos de la ciudad. Cuando llego, entro sin problema alguno, y de manera rápida, se quito el saco y la corbata, también se desabotono un poco la camisa, realmente no necesitaba verse tan formal, iría a ver a una persona importante, pero de confianza. 

---Vengo a hablar con Mike ---El hombre en la entrada de la puerta lo recibió cordialmente y lo guio hacia el lugar donde estaba la persona a la cual venia a buscar

---Sígame joven Rodrigo ---El amo Mike se encuentra en su despacho, Déjeme guiarle ---Rodrigo asintió y siguió a Robb, el mayordomo de la mansión, un viejo conocido.

---¿Como te trata la vida Robb? Había escuchado que tu esposa estaba algo enferma ¿Ya se encuentra mejor? ---Hizo un poco de platica mientras caminaba por oscuros pasillos alargados hacia su destino.

---Esta mucho mejor joven Rodrigo, el Amo Mike tuvo la gentileza de trasladarla a un hospital con los mejores doctores, ahora esta totalmente bien ---Tras unos segundos mas de platica, al fin llegaron a su destino y Robb se despidio ---El Amo Mike esta dentro, fue un gusto volver a verlo joven Rodrigo, hasta pronto...

Toco la puerta y luego de unos segundos mas, escucho como decían un "Pasa" del otro lado, así que entro.

---¿A que se debe tu visita Rodrigo? ---Dijo Mike mirándole directo a los ojos, hablando de manera amenazante y directa, aquel hombre, un buen líder, sanguinario y despiadado le miraba esperando una respuesta.

---Ahora resulta que tampoco puedo venir a visitarte ---Mike rodo los ojos y dejo que Rodrigo se sentase en uno de los sofá que estaban allí cerca ---Quiero que hablemos sobre algo que nos beneficiara a ambos ---Negocios, el único motivo por el cual este hombre parecía estar siempre interesado. Cruel, audaz, visionario e inteligente, las palabras perfectas para describir a este hombre.

---Te escucho ---Hablo levantando las cejas ---Aun que a veces dudo que tengas una buena idea, enserio... ¿Gasolina a domicilio? Aun no deja de darme risa ---Se burlo Mike, pero las siguientes palabras lo dejaron totalmente boquiabierto

---Déjame entrar en este negocio... ---Mike ni siquiera hablo y Rodrigo ya sabia que aquello seria denegado nuevamente ---Ahora hay algo que necesito proteger con mas intensidad

---Si realmente deseas protegerlo deberías alejarte de esto lo mas rápido posible, este mundo no estas hecho para ti Rodrigo ---Mike lucia serio, su buen humor pareció haberse esfumado dé repente.

---Necesito ganar mas dinero ---Mike levanto una ceja y abrió el cajón de su escritorio

---¿Necesitas dinero? ¿Cuanto? ---Rodrigo negro rotundamente, no le gustaba tener que ser mantenido, le gustaba ganarse el dinero por su propia cuenta, realmente no deseaba ser una carga para Mike

---No necesito tu caridad Mike, sabes que parte de el dinero que dejo padre también son míos ¿cierto? Solo debería tener un heredero ¿No es así, Hermano?

GRITOS DESESPERADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora