Capítulo 27. Positivo.

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Al día siguiente

La mañana siguiente prometía ser bastante normal, aquella distintiva incomodidad atacaba su cadera limitando sus movimientos. Aun así, decidió ignorar aquello y camino a la ducha para refrescarse un poco, se sentía fatigado y durante la noche se sintió pesado y tuvo algunos ataques de taquicardia que lo hicieron pasar un rato algo incómodo. 

Cuando al fin salió de la ducha, se cambió y salió del baño, sentía que fuera de la habitación hacía calor, así que encendió el aire acondicionado que estaba en la sala cerca de la cocina esperando así sentir un poco de aquella ventisca fresca mientras preparaba el almuerzo. La hora rebasaba las 11:25 AM, así que en vez de hacer algo para desayunar, se decidió por un almuerzo un poco más elaborado que de costumbre, y aun que no eran horas para preparar aquella comida, lo hizo, sus antojos parecían estarlo matando, lo consumían por completo.  

Ya había pasado casi una hora, cuando una puerta en la planta superior rechino, luego, unos perezosos pasos comenzaron un descenso des de la parte supero de las escaleras, hasta la primera planta. 

---¿Por qué no duermes un rato más? ---Pregunto Kaede mientras veía como Rodrigo caminaba hasta él con unos ojos cansados y una espalda encorvada, como si ni siquiera tuvieres ganas de seguir caminando ---Te vez muy cansada, ve a dormir otras horas, subiré la comida en unos minutos ---Quiso seguir hablando, pero la mandíbula de Rodrigo se posó dulcemente sobre su hombro, hablar con Rodrigo en ese estado, era como hablar con un pequeño niño cansado que ni siquiera tiene la energía necesaria para caminar solo. 

---Quiero seguir durmiendo, pero no puedo dormir sin ti ---Se quejó, y mientras se tallaba los ojos con mucha, muchísima flojera, camino hasta la isla que estaba en la cocina y se sentó. ---Te esperaré aquí, almorcemos y vallamos a dormir todo el día ---Murmuro mientras recostaba sobre sus brazos en la isla y posteriormente su cabeza ---Quisiera ayudarte a preparar la comida, pero veo triple de todo  

---Entonces sube y duerme ---Exigió, y Rodrigo se quedó en silencio unos segundos ---¡Rodrigo!  

---No quiero estar lejos de ti... ---Hablo mientras bostezaba ---Te amo...  

---Yo también... ---Tras unos segundos en que la cocina se inundó en un tranquilo y pacifico silencio, Kaede termino de cocinar y se dispuso a servir en los platos ---Rodrigo... ---Llamo ---Ya vamos a almorzar 

---¿Mmm...? ---Kaede rodó ligeramente los ojos mientras sonreía, no le cabía ni la menor duda de que rodrigo era como un niño mimado, pero, realmente amaba cada parte de aquel adulto responsable y gracioso, considerado y atento. 

 Durante aquella noche anterior, donde su corazón latió aceleradamente, no podía dejar de pensar en otra cosa que en; "Boloñesa con albóndigas rojas, espagueti verde y puré de papas". En este preciso instante, su boca no dejaba de hacerse agua, deseando profundamente por fin poderse dar un bocado de aquella comida tan exquisita  

---Come ---En el momento en el cual pudo sentarse por un lado de Rodrigo, no lo dudo y le clavo el diente a una de las albóndigas que estaban el plato ---¡Tan ricas! ---Exclamo mientras Rodrigo lo miraba con extrema atención, una mirada de tanto cariño y una sonrisa de oreja a oreja. 

Tras unos minutos en los cuales Kaede prácticamente devoro aquel plato de comida, Rodrigo intento entablar una conversación con el omega, pero noto algo extraño, Kaede se veía algo distraído, o más bien ido... 

---Amor, ¿Estás bien? --- cuestiono el beta un poco preocupado, kaede lo miro algo asustado y tras ese cruce de miradas, corrió al baño a toda prisa, casi como si estuviese desesperado, aquello obviamente altero de sobremanera a Rodrigo, quien salió corriendo tras kaede, cuando llego al sanitario tomo el pomo de la puerta intentando abrirla, más sin embargo, no abría, ¡Kaede la había atrancado! Esto preocupo aún más y comenzó a golpear la puerta algo fuerte, ---¡Amor! ¡No me asustes de esta manera y por favor abre! 

GRITOS DESESPERADOSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora