un nuevo comienzo (La Renia De Auradon 2)(mevie)

Reencuentros parte 2

Aurora había llegado 20 minutos antes a su castillo,  se les había pedido a todos que salieran de ahí,  por ese día. Aurora y Filip habían salió a un día de campo,  así que por ellos no habría problema alguno. La limusina azul se estaciono  frente a el Castillo de Aurara,  la mujer bajo de ahí sin prestar mucha atención ya que llevaba a Katherine en brazos y jugaba con ella.  Carlos iba a su lado izquierdo y Jay a su lado derecho,  Caminaban nerviosamente pero parecía que todo iba bien,  cuando entraron Carlos cargo a Katherine con la escusa de que debía dormir,  Maléfica asintió no muy convencida,  caminaron lentamente solo Mal,  Evie y Maléfica

—Esto es distinto —Dijo recordando la vez que había estado ahí,  Carlos y Jay habían salido de ahí,  Mal cerró las puertas con magia,  y Evie simplemente miraba la reacción de Maléfica,  Diaval se poso en el hombro de Maléfica y ella Miró extrañada a el negro cuervo

—¿Que haces aquí?  Se supone que estabas en el Museo de Auardon —Habló la mujer

—Bueno,  mamá mi esposa es la reina de Auradon y se que no te sentiría bien con tu acompañante en una jaula —se atrevió a decir Mal

—En humano —Sonrió la mujer,  el pequeño cuervo tomó su forma de humano,  su camisa no estaba,  y sus pantalones estaba desgarrados,  su cabello negro azabache caía débilmente por su cara. 

Mal río ante el aspecto del joven,  y acomodo la ropa en una más decente. 

—Hola —se escucho otra voz,  la piel de Maléfica se erizo y por primera vez noto como los chicos ya no estaban y las puertas estaban cerradas.

—¿Que pasa aquí?  —pregunto molesta,  intentando abrir las puertas con su magia,  le fue inútil ya que Mal había hecho el típico hechizo de  "hasta el beso de amor verdadero". —¿Que hiciste Mal?  —Maléfica si que estaba molesta. 

—Mamá por favor, tienes que hablar con ella —Pido la chica,  Evie tomó su mano en forma de apoyo

—¡Mal,  tu quien eres para decirme que hacer!  —sin más un banderín que adornaba las esquinas del Castillo enrollo a  ambas chicas,  sin que algunas pudiste mover

—M,  dame una oportunidad por favor —"M" Parecía que a la familia "Maleficint" Les encantaba ese apodo.

—¿Porque debería de hacerlo? —pregunto. Diaval intentaba ayudar a las chicas pero le era imposible por la presión que la mujer hacia en ese momento era demasiada,  aunque no las lastimaba.

—Mamá sacame de acá —pidió molesta Mal

—No.

—Debes confiar en mi porque intento decirte la verdad. 

Maléfica suspiro ante la sonrisa de la rubia,  aun la amaba y no podía negarlo.  Asintió con  la cabeza rendída,  aunque estaba decidida a no creer alguna de las mentiras de la mujer rubia. 

—Ven,  hay cosas que debes ver —Aurora tomó con delicadeza la mano de Maléfica,  ella sintió una corriente eléctrica recorrer su cuerpo entero,  hacía años que eso no pasaba,  la rubia estiró a Maléfica,  Mal sonrió,  parecía que estaba de acuerdo con que sus madres estuvieran juntas. 

—Vamos Diaval,  ayudanos— pidió la peliazul.

       ***

—¿Que es lo que pretendes bestia? —pregunto mientras Aurora abría una de las grandes puertas de bronce de el castillo. 

—Que sepas la verdad —dijo.— no puedes vivir toda tu vida engañada,  y yo no puedo permitir que le amor de mi vida piense que las mentiras son lo que realmente paso —dijo,  Maléfica soltó una risa burlona.  —¿ves esto?  Es todo lo que pasó hace 20 años —dijo mostrando algunas grabaciones de hace algunos años,  en estas se mostraba como Aurora era encerrada y como Maléfica era atrapada por algunos de los guardias. 

  ***

20 años atrás

Aurora intentaba salir de el castillo,  pero le era imposible,  esta estaba encerrada en su habitación,  las ventanas eran cubiertas por al menos 4 solados por cada una de ellas,  la puerta también estaba rodeada por 5 hombres y tenía seguro,  le era imposible salir de ahí. 

En la bahía Maléfica esperaba a Aurora,  la rubia le había prometido que escaparían juntas,  tenían planes para criar a su hija,  Melissa era el nombre que juntas habían elegido.  La joven  mujer fue interrumpida por varias voces ninguna era de Aurora,  varios guardias llegaron y sin previó aviso la encadenaron. Ella gritó pues la Plata impacto contar su sensible piel,  pero nadie la ayudó era simplemente una villana y nada más que eso.  Entonces apareció Aurora,  con una sonrisa malvada y con un brillo diferente,  Maléfica ahora estaba arrodillada,  pues el dolor era demasiado,  ella Miró a la mujer que más amba,  pero esta no se digno a hacerlo

—Mira monstruo,  olvidate de todo  lo que paso entre tu  y yo,  nadie te va amar,  eres un asco de persona,  no se porque mierda aun sigues viva —dijo viendo con atención la espada que tenía en su mano en ese momento,  si  más cortó las Bellas alas que Maléfica portaba,  esta volvió a gritar de dolor,  la magia que salió junto ese grito hizo que el agua que estaba frente a ellas se convirtiera en hielo,  ella sonrió con satisfacción,  enredó ambas alas entre una soga y se fue,  dejando a Maléfica con el corazón,  roto y lleno de rencor y odió. 

Después otra imagen de Aurora llorando en su habitación, estaba en la pantalla. 

—No fuiste tú —susurro.