Capítulo 19

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Rosalie POV

-¡¡Buenos días!!

-¡¡Calla!!- gruño mientras coloco la almohada encima de mi cabeza, la luz que se cuela por las ventanas me ciega por completo.

-Traigo medicamento para esa gran cruda- mis oídos en serio se sienten como si los estuvieran taladrando con cada letra que Rick pronuncia.

-¡¡Que te calles!!- gruñe Nat a un lado mío, al parecer no soy la única a la que le molesta la voz cantarina de mi amigo.

-Que gruñonas- escucho que se ríe quedamente, es más que obvio que se está divirtiendo con esta situación.- Toma.

-Cierra las cortinas primero- pido y poco después vuelvo a sentir la mano de mi amigo en mi hombro.

-Listo, siéntate con los ojos cerrados, eso a mí me funciona- le hago caso pero de todas maneras siento cómo todo se revuelve en mi estómago, al parecer no funciona tanto para mí.

Abro los ojos lentamente y la poca luz que se llega a filtrar por las ventanas me molesta de sobremanera.

-¿Fue una buena noche?- pregunta Rick.

-Eso creo, no recuerdo mucho- Rick me tiende una pastilla y un vaso lleno de jugo, me tomo la pastilla un tanto ansiosa esperando que me quite este dolor por arte de magia.

-Pues te embriagaste bastante.

-La resaca lo confirma.

-¿Por qué no se callan?- chilla una Nat muy irritada.

-También traje una pastilla para ti- dice mi amigo muy feliz, claro, él no tiene una cruda que curar. Nat gruñe pero termina levantándose, extiende su mano y repite el mismo procedimiento que yo hice segundos antes.

-Siempre digo que no volveré a beber de esa manera pero con unas copas de más se me olvida esa promesa- se queja Nat después de tomarse la pastilla, en eso abre sus ojos de golpe.- Estás sin camisa- dice señalando a mi amigo. Volteo a verlo y noto que mi hermana tiene razón, no lo había notado antes, ¿así o más dormida estoy?

-Alguien la necesitaba más que yo- dice él encogiéndose de hombros.- Si quieren me la vuelvo a poner.

-No, no- dice apresuradamente Nat, casi se le cae la baba al ver el torso de mi amigo, aunque debo admitir que Rick tiene buenos atributos.

-Deja de babear sobre mis sábanas- le digo a Nat y ella se sonroja.- ¿Y Geo?

-En el otro cuarto, intenté levantarla pero sigue medio muerta.

-Oye, Rose- dice Nat intentando aguantarse la risa y yo no entiendo el motivo de su actuar.

-¿Sí?

-¿Por qué usas la camisa de Rick?- agacho la mirada velozmente, ignoro que el mundo me da vueltas y noto que tiene razón de nuevo mi hermana.

-¿Por qué la estoy usando?- le pregunto a Rick y él sonríe con todos sus dientes.

-Cuando llegamos me la quitaste...

-¡¡Mentiroso!!

-No miento, dijiste que olía rico y que la necesitabas.

-Yo tenía mi ropa aquí, pudiste decirme eso- replico repentinamente furiosa.

-Fue lo que te dije, pero saliste con que eras una mujer a la cual había abandonado su novio, así que querías mi camisa con olor a hombre para no sentirte sola y desdichada, me hiciste pucheros y por un momento pensé que te pondrías a llorar, pero no, te pusiste como salvaje a quitarme la camisa.

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