Only You

Capítulo 23

Rosalie POV

Definitivamente era una chica hormonal, trastocada y muy mal como para haber permitido que él me diera un beso, y sobre todo que yo lo haya correspondido. Debía estar loca. Yo no era confiable en estos momentos y eso ya me había quedado claro desde el momento en que Alex se fue dejándome aturdida.

-Debes estar bromeando- chilla Geo al otro lado de la línea, tenía que hablarlo con alguien antes de que le llamara a Alex y le insultara por haberme dejado.

-Te estoy diciendo la verdad, Geo.

-¿Pero así nada más se fue? ¿No te dijo nada?

-Sólo que tenía algo que hacer y huyó...creo que yo lo espanté. O quizá ya se dio cuenta de que si ama a Penelope y yo sólo fui un simple recuerdo.

-¿Quieres que lo atropelle con el auto?

-No tienes auto- le recuerdo.

-No creo que Rick se niegue a prestarme el suyo...quizá hasta el mismo lo haga.

-No se te ocurra decirle.

-¿No le has dicho?- exclama mi amiga sorprendida.

-Fuiste a la primera que llamé, ni Nat sabe de esto.

-Wow, me siento alagada- inevitablemente suelto una risita.- Eso, así está mejor. Quizá Alex recordó que dejó los frijoles en la estufa.

-Geo...

-¿Qué? Eso me suele pasar mucho a mí, quizá a él también. O dejó la llave del lavabo abierta y se fue a cerrarla antes de ocasionar una inundación...

-Sé que no es eso y la verdad ya no importa, yo estaba débil...él me besó en un momento de debilidad.

-No culpo a tu debilidad...la verdad hasta yo sería débil con un chico como Alex- en eso escucho un pitido en el celular y lo despego de mi oreja, quizá sea la batería.

Pero no.- Geo, me está hablando papá así que más tarde hablamos.

-Bien- dice ella cantarinamente.- Además que ya estuve mucho tiempo fingiendo que estoy en el baño.

-¿Eso fingías con tal de escuchar mis penas?

-Así es, sé que valgo oro, no necesitas decírmelo.

-Nos vemos, Geo- replico con una sonrisa en el rostro, sin duda alguna Geo tiene una chispa especial dentro de ella.

Apenas cuelgo la llamada de mi amiga, contesto la llamada de mi papá.

-Hola, solecito, ¿cómo sigues?

-Hola, pa. Bien aunque un poco cansada, ¿y tú?

-Bien, aquí viendo cómo tu hermana llega echando madres a diestra y siniestra porque sus vecinos se adueñaron de su lugar de estacionamiento.

-Típico de Nat y sus vecinos fastidiosos.

-Oye, ¿te sientes de ánimos como para salir a cenar con tu padre y hermana?

Creo que eso es lo que necesito, un tiempo a solas con mi familia para llenarme de amor de nuevo.- Claro que sí.

-Entonces pasamos por ti en una hora y media, ¿de acuerdo?

-Me parece perfecto, papá.

-Por cierto, invité a Alex, espero no te moleste.

¿Y ahora qué hacía?

-No para nada- murmuré intentando sonar segura y para nada fastidiada. Las ganas de salir se me habían quitado y sobre todo los nervios habían aumentado al escuchar su nombre.