Capitulo 31: En el verano

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Narra Amatista:

Desperté por la mañana con muchas ganas de hacer algo divertido con mis amigas, después de todo eran vacaciones así que les escribí en el chat grupal invitándolas a salir; sin embargo, todas me dijeron que ya tenían planes o que estarían ocupadas en otras cosas.

La única que estaba libre era Perla, quien respondió un "yo puedo acompañarte".

—Ohh dios, Perla será la única que me acompañará— me dije mientras me tiraba nuevamente a la cama, tapé mi rostro con la almohada, esto no podía estar pasando.

La invitación ya estaba hecha y no podía cancelar así que me apresuré a darme una ducha y cambiarme.

Iríamos a ver un partido de futbol de mi equipo favorito, así que me vestí cómoda y fui a recoger a Perla a su apartamento.

Cuando llegué al mismo, ella estaba afuera esperándome, subió al auto rápidamente y ambas nos miramos.

Reí un poco, y Perla me miró extrañada.

—¿Qué?, me gusta vestir así— agregó señalando su atuendo que era un poco formal.

— Jaja sí, lo sé, eres muy fiel a tu estilo Perla— dije mientras calmaba mi risa.

Volteo su cara y lanzó un quejido—Jumm, no te burlees— dijo.

—No no, no me burlo, lo siento— agregué —Arranqué mi auto y nos fuimos al estadio.

La trayectoria fue un poco incómoda, al menos para mí, la verdad no sabía cómo iniciar una conversación con Perla, incluso sentía que mis manos, las cuales sostenían el volante del auto se estaban poniendo sudorosas.

—Y hemos llegado...— dije a la misma mientras parqueaba mi auto.

Bajamos del mismo y entramos al lugar.

El partido estaba increible, la gente gritaba apoyando a su equipo y yo no me quedaba atrás, por un momento olvidé que Perla estaba conmigo por lo emocionada que estaba que mi equipo iba ganando.

Perla solo estaba sentada y reía cuando me veía levantarme de la grada gritando como una lunática. La miré y le sonreí.

—Vamos Perla, grita conmigo— dije a la misma tomándola de la mano para levantarla de la grada.

Perla siempre quería actuar como una chica madura, pero yo sentía que eso le impedía divertirse así que... ¿por qué no darle un empujón para que se relajara?

—E-espera Amatis...

—Vamos— le interrumpi.

Le puse mi gorra del equipo Imperials en su cabeza y un dedo de espuma en su mano.

—Uhhh— dijo en lo bajo.

—¡¡Jaja oohhh vamoss!!, nadie te escuchará así, haslo como cuando cantas en el Karaoke, diviértete— agregué.

—Bieeen ¡¡Vamos equipooo!!— gritó.

—¡Ohh viejo! de eso estaba hablando.

Ambas reimos y empezó una ola de escandalosos gritos por todo el estadio. Los equipos estaban en empate, pero los Imperials lograron ganar con un gol de último minuto.

Ahora estabamos en una banca fuera del estadio mientras comíamos un delicioso frapé.

—Oye Amatista, creo que no soy muy buena divirtiéndome jajaj, lo siento, creo que si hubieran venido las chicas seguro la pasas mejor.

—No digas eso; fue divertido, bueno... tú eres divertida. Que bueno que viniste.

—¿Tú crees?.

Una Vez más... (Lapidot Human)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora