Capítulo 41: Enamorándose Del Peligro.

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Narra Peridot:

Habían pasado algunas semanas desde la conversación que tuve con Lapis Lázuli y desde ese beso...

Últimamente hacia el tiempo para pasar algunos ratos en su casa junto a Esmeralda.

Y hoy no era la excepción.

-Listo, ya quedó el columpio.

-¡Siiiiiii! Gracias Peridot, eres la mejor.

-Jaja me alegro que te guste-respondí a la pequeña.

Desde hace unos días prometí a Esmeralda construirle un columpio de neumático en el patio trasero, así que habíamos tardado toda la mañana para pintarlo y luego colocarlo en una de las ramas del árbol.

-¡Vayaa esta listo!- habló Lázuli acercándose con unos vasos de limonada fresca.

Me acerqué para ayudarle a ponerlos en la mesa del jardín y ambas nos sentamos mientras veíamos a Esmeralda jugar.

-Parece que se han hecho muy amigas.

-Jjaja sí, creo que sí.

-Es muy tierno verlas llevarse muy bien. Son tal para cual

-¿Jejej tú crees?.

-Vaya que sí.

-Jeje en realidad a veces pienso que Esmeralda se parece mucho a mí. Es decir, a veces se porta igual que yo, o hace expresiones similares a las mías, y su cabello, sus pecas, creo que no estaría exagerando al decir que es como yo en miniatura jajaj.

Lapis solo correspondió ante mi comentario con un gesto.

Mientras charlábamos, una llamada entró a mi celular, por lo que tuve que responder.

-Hola papá.

-...

-Lo siento, tuve que hacer algunas cosas, dame 30 minutos y estaré ahí- Colgué.

-Lo siento Lazuli me necesitan en la empresa.

-Claro no te preocupes.

-¿Puedo usar tu ducha? Es que me tomará mucho tiempo salir de aquí hacia mi casa y luego a la oficina.

-Claro; pero, tu ropa está sucia- dijo señalando mi atuendo manchado de pintura y tierra.

-Esta bien, cargo una de repuesto en mi auto.

-Entonces supongo que esta bien, dame las llaves, iré por ella, y me das esa para ponerla en la lavadora y más tarde pasas por ella.

-Gracias Lazuli- saqué mis llaves del pantalón y se las dí, luego me aproximé a subir a la ducha.

Luego de unos minutos Lazuli subió con la ropa limpia.

-¿Donde pusiste la ropa que acabas de quitarte?- preguntó desde afuera.

-Perdona aún no me la he quitado- dije mientras deslizaba la puerta de la ducha para salir hacia donde se encontraba —Esperaba que tú me ayudaras...

Me quité la camisa y luego mis pantalones de manera lenta para solo quedar en ropa interior y los puse en la cesta que traía en sus manos.

Lazuli se sonrojó demasiado ante tal acto. Mientras me acercaba hacia ella, su expresión me parecía demasiado tierna. Estaba enamorandome tan rápido de esta chica que ni siquiera yo podía creer que fuera así. Ella me conocía a la perfección y yo, también.

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Una Vez más... (Lapidot Human)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora