Una Vez más... (Lapidot Human)

Capítulo 48: Viejos Amigos

Narra Peridot:

Fue un día cansado para Lapis, Esmeralda y yo. El día anterior habíamos estado empacando lo necesario para el viaje a Beach City y nos levantamos muy temprano hoy.

—¿Nerviosa?

—No, claro que no ¿y tú? — respondí a Lazuli mientras subíamos las maletas al auto.

—Más bien... emocionada— me miró sonriente y copié el mismo gesto.

Se llegó la hora de ir al aeropuerto así que conduje hacia el mismo.

Desde que el avión despegó, empezó una sensación un tanto extraña para mí. No estaba nerviosa, solo... sentía un poco de nostalgia el pensar que mucho antes ya había construido una familia, nuevos amigos, un hogar y me preguntaba ¿De qué manera me van a recibir ellos? ¿Me acordaré cuando les vea? Si no lo hago, ellos se van a decepcionar.

—Peridot Mira por la ventana, ya se empieza a ver la ciudad— dijo Lazuli sacándome de mis pensamientos.

Me asomé y se lograba divisar una pequeña ciudad a la orilla de una inmensa playa, mi corazón se aceleró y lancé un suspiro.

[...]

Narrador Omnisciente:

Las chicas bajaron del avión y tomaron el taxi que las llevaría directo a la casa de Steven.

—Ciudad Playa. La ciudad donde te conocí Lapis Lazuli Nielsen.

—El lugar donde te conocí. Peridot Diamond Daniels— repitió Lapis mientras recostaba su cabeza en el  hombro de la rubia.

—Por segunda vez, en un abrir y cerrar de ojos,  aquel día en el parque quedé impactada por tu belleza, por tus ojos cual color del océano, por tu cabello tan peculiar, por tu sonrisa y tu rostro emocionado. Al principio no entendía el por qué de tu abrazo y tu llanto ese día mientras me acercaba a ayudarte, pero ahora lo entiendo todo— reía mientras recordaba ese momento y sostenía entre sus brazos a Esmeralda dado que la pequeña se había dormido en el taxi —Gracias Lapis Lazuli.

—¿Por qué?

—Porque soy feliz contigo.

—Peridot, es... muy lindo que digas eso— suspira — Sabes, la pasé muy mal cuando te perdí, incluso llegué a pensar en que no tenía caso vivir sin tí. Quería desaparecer, fue demasiado doloroso y más aún cuando recordaba la promesa que me hiciste, que estarías conmigo siempre y no me dejarías; pero ahora estas aquí, al final sí cumpliste tu promesa — dijo mientras acariciaba el rostro de Peridot —y ahora puedo decir que también soy muy feliz.

—Lapis Lazuli... Te amo.

—También te amo Peridot...

El viaje en auto continuó y ambas quedaron en silencio por un rato.

—¿Crees que ellos se acuerden de mí?. ¡E-es decir!  Claro que se acordarán de mí pero, me refiero a que si ellos... E-estarán contentos de verme o ya no será igual que antes.

—Pues déjate comprobarlo por tí misma y mira por la ventana, hemos llegado.

—¡Peridoooot! ¡PERIDOT! ¡¡bienvenida!! ¡Peridot está aquí!.

Decían emocionados. Ni la arena caliente de la playa al mediodía evitó que corrieran con los brazos extendidos hacia ambas.

Todos se habían reunido para recibir a su amiga que por mucho tiempo consideraron muerta, había casa llena en la residencia de los Universe, todos estaban allí para saludar por primera vez en muchos años a Peridot.

Steven se adelantó del grupo puesto que corría más rápido que todos y al llegar donde estaba Peridot se detuvo, su sonrisa disminuyó, ahora parecía más preocupado que alegre.

—¿Me recuerdas?— preguntó un tanto intrigado.

Peridot que había retrocedido un poco con una cara de espanto al ver que el chico se acercaba rápidamente y con tanta confianza hacia ella, no dijo ni una palabra, estaba tratando de procesar todo eso en su mente.

Todos se quedaron mirando la reacción de Peridot un poco desilusionados.

El chico procedió a disculparse por el atrevimiento.

—Yo lo...

—No.
No te disculpes...— dijo.
Claro que te recuerdo, Steven— rió.

Peridot procedió a abrazar a Steven, los demás se acercaron a la misma para unirse al abrazo.

—Peridot, no sabes cuán felices nos encontramos por volver a verte. Eres un milagro, eres nuestra amiga a la que extrañamos un montón— dijo Zafiro derramando miles de lágrimas.

—¡Chicos!— repetía Peridot un poco afoónica, dado que el nudo en su garganta no le permitía decir más. Permanecieron así abrazados hasta que el calor les obligó a separarse.

...

—Deben estar exhaustas por el viaje, Connie y yo les preparamos una habitación para ustedes y Esmeralda puede dormir con Stevonnie, ella está muy emocionada, dudo que puedan dormir esta noche— se río un poco mientras miraba hacia la otra habitación donde Stevonnie y Esmeralda jugaban.

—Gracias Steven. Enseguida bajaremos para almorzar con los demás.

—Muy bien, las esperamos abajo entonces.

...

—¿No te parece maravilloso este lugar Peridot? —Abrió la ventana de la habitación y la cálida brisa marina entró para saludar a las visitantes. Ambas suspiraron al mismo tiempo y al darse cuenta se miraron y rieron un poco.

—Me parece espectacular. De hecho, ahora que lo recuerdo, me encantaba este lugar y pasar tiempo junto a las chicas y Steven. Es genial estar de vuelta.

Lapis acarició el cabello de Peridot y depósito un corto beso en sus labios.

—Así es... 
Ahora, bajemos, los demás esperan.

—Bien.

[...]