Seesaw

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<Respira Hoseok, respira>

Es mi mantra personal por estos días. No me gusta esta persona triste en la que me estoy convirtiendo, la gente suele asociar emociones negativas con mi persona, pero lo que ellos no saben es que soy feliz con lo que hago, con mi familia, con mis amigos y el que eso esté cambiando, no me gusta.

Ya hace un par de semanas que fue lo del dichoso festival y realmente fue una tortura el estar ahí, nunca me había sentido tan solo en medio de tanta gente, al menos todo pareció salirle bien a NamJoon ya que lo vi muy alegre y probando de cuánto dulce veía en compañía de Jin, tanto que ni se percató que me fui mucho antes que todos.

Desde entonces, me la he pasado evitandolo, no le contesto las llamadas y huyo de él cuando lo veo, no he asistido al semillero y trato lo menor posible de estar en mi departamento para que no me encuentre allí. Necesito encontrarme a mí mismo y no perderme en esta mentira. Así que, me he concentrado en retomar el yoga y, como en este momento, trato de disfrutar de la soledad y la tranquilidad de no tener nada presionándome o haciéndome cuestionar cada cosa que hago porque ya he de admitir que no finjo nada, cada beso, cada toque, cada palabra es real y aunque cada vez me convenzo más de que esto fue una mala idea no es algo que quiera terminar, solo no quiero quiero que la situación me cambie o cambie mi amistad con NamJoon. ¿Complicado cierto?

Recojo mis cosas y me dispongo a regresar, me siento tranquilo y es momento de, alguna forma, hacer cara a toda esta mierda. El trayecto es tranquilo desde el parque donde medito hasta mi casa y estoy tan metido en mis pensamiento que no noto la presencia que me acecha. Es por eso que me sobresalto cuando escucho que alguien habla. Maldita sea, he extrañado su voz con locura.

- ¿Donde has estado?- Dice con voz muy seria y cara de pocos amigos, está pálido y con aspecto desaliñado. Lo miro por un rato sin decir nada, encontrando sus ojos turbios con un brillo desconocido que asusta, me volteo para abrir la puerta pero me jala tan repentinamente que no logro reaccionar, en un momento estoy chocando de espaldas a la puerta y al otro NamJoon me está besando como si su vida dependiese de ello, mis brazos se envuelven en su cuello y toma mis piernas para que lo rodee con ellas. Me besa tan fuerte que siento como de apoco voy perdiendo el aire pero no lo quiero soltar, me siento en el puto paraíso.

Cuando separa nuestros labios menea su pelvis ligeramente hacia delante sacando un gemido involuntario de mi boca, lo sigue haciendo sin dejar de mirarme y yo me derrito bajo el toque de sus manos y el vaivén tortuoso de sus caderas. El ambiente se vuelve tan íntimo que todo desaparece a nuestro alrededor, solo somos el, yo y esta cosa extraña flotando entre los dos. Sus movimientos se aceleran con una bestialidad que me sobrecoge. Gimo y jalo su cabello con fuerza atrayéndolo de nuevo hacia mi boca a la vez que muevo mis caderas al encuentro con las suyas para aumentar la fricción, no entiendo cómo puedo estar en el cielo y el infierno al mismo tiempo, esto está malditamente mal pero es la puta gloria.

No sé cuánto tiempo después, me vengo en mis pantalones susurrando su nombre, a la vez que siento sus dientes en mi cuello mientras termina. No sé qué ha pasado, estoy desorientado, pero sé que hemos cruzado la línea. Sin dejar de sobarse en mi entrepierna con candente lentitud, NamJoon besa y lame el lugar que anteriormente masacraba a mordidas entretanto acaricia mis nalgas con suavidad y adoración. Un carraspeo nos sobresalta cortando de un tajo toda la magia que nos envuelve a la vez  que una voz potentemente grave nos baja de la nube en la que nos habíamos montado:

<¿Qué diablos creen que están haciendo?>

Enamorándome de mi amigo. [NamSeok]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora