Enamorándome de mi amigo. [NamSeok]

¿Suerte?

Después de aquel día, tomé la desición de no pensar mucho en lo que oí o darle una relevancia que me llevara a hacerme esperanzas innecesarias, simplemente es una confusión y como toda confusión en algún momento pasará y cuando eso pase no quiero ser el que se queda con las ilusiones hechas.

YoonGi ha llamado varias veces pero no le he contestado ya que sé de que irá la conversación y realmente me niego a caer nuevamente en ese tira y afloja. Ahora NamJoon dice sentir eso por mí, pero sé que llegará el día dónde dirá que lo siente mucho pero al que en realidad quiere es a Jin y de ese golpe estoy seguro no podré levantarme, así que mejor quedémonos sanos.

Pasan las semanas y me dedico enteramente a mi carrera y mi trabajo, el cual si conservé ya que puedo enviar mis columnas de manera virtual, no importando el hecho que esté en una ciudad al otro lado del país. El tiempo pasa sin nada extraordinario o novedoso. Sin embargo, siento que estoy en automático, y a pesar de que me repito que es cuestión de tiempo, en mi pecho se acentúa aún más la idea de estar en el lugar equivocado. 

El día de hoy transcurre con supuesta normalidad hasta que mi celular me notifica con un sonido que tengo un correo nuevo, cuando lo abro leo que la universidad me notifica que en mi solicitud de traslado faltó un documento, algo que me parece poco probable ya que me aseguré que todo estuviera completo y en orden. Sin embargo, ellos aseguran que no está y que a falta de este, mi estadía acá se verá interrumpida. Pero eso no es lo más extraño, ya que yo podría fácilmente enviarlo por correo, sino que por el contrario me especifican que la entrega debe ser personal. Me comunico con la oficina de intercambios tanto de esta universidad como de la anterior y todo es en vano ya que la respuesta es la misma. 

Todo pasa de una forma tan rápida que no me da tiempo de asombrarme con el despliegue que hace la universidad para hacerme llegar hasta allá, entregando los permisos necesarios para el viaje y costeando parte del vuelo y los viáticos. No sé si es suerte de la buena o de la mala pero algo en mí me dice que algo malo se debe esconder detrás de tanta eficacia, sin embargo en menos de una semana estoy tomando un avión de regreso a mi ciudad para llevar un papel que estoy más que seguro sí entregué.

Por otro lado, no crean que me he olvidado de un hecho bastante importante: estoy regresando. Estoy volviendo al lugar del cual me fui esperando no volver, al menos no tan pronto. Y aunque todo este enredo es demasiado confuso, no me he permitido ser despistado. Así que con el fin de entrar y salir sin ser visto por nadie, he cuidado meticulosamente mis pasos desde mi llegada hasta la salida. La única persona que sabe de mi viaje es mi abuela y aunque sé que no está muy conforme con la forma en la que me he estado manejando los últimos meses, me ha ayudado a planear todo y estar todo lo listo que puedo estar en estos momentos.

La voz de la azafata nos explica los procedimientos a seguir para el aterrizaje, he demorado en llegar más de lo previsto por un retraso en el vuelo. Empiezo a sentirme ansioso ya que mi plan de llegar, entregar los papeles y regresar no se van a poder llevar a cabo como quería.

Viajé de noche después de clases con la idea de llegar en la mañana, pero en el aeropuerto me encontré con que los vuelos estaban retrasados. Un retraso de casi 5 horas que me impedirá llegar a tiempo ya que las oficinas cierran a las 3, lo que a su vez deriva en que me toca quedarme la noche y tomar un riesgo que no quería tomar.

Efectivamente llego tarde y no me queda más que buscar un lugar para dormir. Encuentro rápidamente en una de esas páginas de la universidad a alguien que alquila una habitación y le escribo de inmediato, la persona accede a arrendarme la noche mientras acordamos precios que incluyen comida y estadía. Dejando ir un poco la paranoia decido ir a descansar del largo viaje, más mi día aún no sé ha terminado al ver quién abre la puerta del pequeño apartamento.

— ¡Mierda!

🌻