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Sábado 30 de octubre, 1993.

El entrenamiento del aquel sábado había terminado, y Kaida Moody caminaba por los pasillos de Hogwarts dispuesta a ir a tomar una ducha para encontrarse con Wood en la biblioteca en unas horas, cosa que se había vuelto un hábito ya.

Entró a la sala común y se encontró al trío de oro dentro, quienes dejaron de hablar cuando la vieron entrar, la chica los saludó con un asentimiento de cabeza y siguió caminando hacia las escaleras que la dirigían a su cuarto, pero la voz de Harry Potter la detuvo.

- Kaida, ¿Podemos hablar? - Si Moody me viera ahora me asesinaría, pensó antes de voltearse para ver al muchacho.

- Por supuesto, ¿Que necesitas?

- ¿Recuerdas el día en el tren que nos ayudaste con los Dementores?

- Claro - Me lo han repetido tantas veces que ya ni dejan que me olvide de eso, pensó - ¿Qué pasa con eso?

- Ese día te pedí si podrías enseñarme a lanzar un patronus, y dijiste que si te lo pedía en unos meses más, quizás lo considerarías - La castaña se reprocho mentalmente el haber accedido a eso, y se cruzó de brazos buscando una excusa para salirse de esa - Ya han pasado unos meses, mira Kaida, no te lo estaría pidiendo si en serio no fuera realmente importante para mi, se que estas ocupada con los Timo's este año, pero con los dementores rondando el castillo, cada día es peor... odio admitirlo, pero me aterran - Kaida suspiro y dejo caer sus brazos a los costados, le entristecía de sobremanera escuchar aquello, al fin y al cabo, y por más que a ella no le encantará la idea, él era su medio hermano, y al saber que su hermano temía todos los días, y que ella podría ayudarlo a superarlo, sentía la necesidad de hacerlo.

- Está bien, Potter. Yo te hablaré para decidir los horarios.

- ¡Merlín! Te lo agradezco mucho, Kaida, prometo que me esforzare.

- Sí, sólo espero que no sean promesas vacías, Potter, porque no tengo la paciencia de un maestro - El chico rió y luego asintió, sacándole una sonrisa a la castaña - Bueno, ya me tengo que ir, Potter, voy tarde para algo.

- Oh sí, a propósito... - Harry buscó algo entre los bolsillos de su túnica, y cuando lo encontró se lo extendió a Kaida - Wood me pidió que te diera esto.

- Gracias - Dijo la chica recibiendo la nota extrañada.

Subió a su habitación, y una vez dentro, la abrió.

"Kaida:

Pensé que quizás podríamos salir de la rutina hoy, te espero en la torre de astronomía en una hora.

Oliver."

(...)

- ¿Oliver? - Ya había pasado una hora, y Kaida se encontraba en la torre de astronomía, tal y como la nota lo decía. Camino hacia uno de los barandales que rodeaba el lugar y se apoyó en el para ver el paisaje. El sol ya se estaba poniendo, por lo que pequeñas manchas anaranjadas teñían el cielo.

De pronto, Kaida sintió como las manos del chico rodeaban su cintura, y apoyaba su barbilla en el hombro de ella.

- Hasta que llegas - Dijo el muchacho.

- Estoy a tiempo, dijiste en una hora - Kaida tomó el valor para darse la vuelta y enfrentarlo.

- Supongo que Potter tardó mucho en entregarte la nota - El chico aun mantenía sus manos alrededor de la cintura de Kaida - O yo tenía tantas ganas de verte que el tiempo paso lentísimo.

Gracias al Quidditch ~ Fred Weasley [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora