XXVI

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Dos meses después.

Domingo 31 de julio, 1994.

- Aún no entiendo por que no puede venir a vivir con nosotros - Preguntó Kaida acomodando el gorro de su capa para cubrirse bien el rostro y protegerse del frío nocturno que había en las calles de Little Whinging.

- Lamentablemente no soy su madre, hija. No tengo ningún derecho sobre él - Dijo Miztli, quien caminaba de la mano de Daven, justo detrás de Kaida.

- Pero yo soy su hermana.

- Si, y eres menor de edad, el ministerio no va a dejarte ser responsable de otro menor de edad, cariño - Aportó Daven.

- El tío Sirius es su padrino, él puede hacer algo - Insistió la muchacha.

- Creeme que he intentado muchas cosas, pero soy un ex convicto, no me van a dar la custodia de Harry, Kaida.

- ¡Pero fuiste inculpado injustamente! No cometiste ningún crimen, deberían borrar tus antecedentes.

- Oh, si que cometí un crimen, ¿recuerdas lo de ser un amigo ilegal? Tu madre consiguió que el ministerio considerara los años que estuve en azkaban como condena por eso, en lugar de volver a enviarme de vuelta a ese lugar, pero sigo siendo un ex criminal en ese caso.

- No hay nada que podamos hacer para que Harry venga a vivir con nosotros, corazón, creeme que lo hemos intentado todo - Interrumpió Remus para tratar de calmar un poco la insistencia de Kaida, pero para ella esa respuesta no era suficiente, tenía que haber una manera. El solo hecho de imaginar como Harry sufría cada día en casa de sus tíos le revolvía el estómago, ella estaba viviendo feliz en grimmauld place con la familia que siempre había deseado tener, la misma familia que su hermano merecía, y no iba a dejar de insistir y luchar hasta que la consiguiera.

- ¿Y si lo secuestramos? - Todos se detuvieron a mitad de la calle. Los adultos se miraron entre ellos y soltaron una risita al unísono, pero cuando voltearon a ver la seriedad en el rostro de Kaida, éstas dejaron de ser risas leve para pasar a ser un coro de carcajadas. La chica, molesta por la reacción de los demás, se cruzó de brazos y siguió caminando en busca de algún cartel que indicara donde estaba privet drive mientras Sirius, quien fue el primero que pudo dejar de reír, se acercó a la muchacha pasando un brazo por sus hombros.

- Creo que pasar tanto tiempo con los gemelos Weasley te esta haciendo mal, sobrinita.

- ¡Oh! No te confundas, amor - Gritó Remus mientras se acercaba trotando para alcanzar al par, mientras Miztli y Daven seguían muertos de la risa en el mismo lugar. Una vez que estuvo junto a ellos, con media sonrisa en el rostro agregó - Kaida solo pasa tiempo con uno de los gemelos.

- ¡Profesor Lupin! - Grito Kaida sonrojándose y Remus, como por milésima vez, le pidió a la chica que dejara de llamarlo profesor.

- Oh, ya veo... - Continuo Sirius levantando una ceja en dirección a Kaida - Bueno, ya sabes que si tienes problemas hablando con chicos, siempre estare encantado de darte algunos consejos cuando lo necesites, sobrinita.

- ¡No! - Exclamó Daven cuando escucho esto como a media cuadra de distancia, el hombre dejó de reír y se unió al grupo junto con Miztli, la cual seguía riendo - Conozco muy bien a los Black a estas alturas, y no voy a dejar que corrompas a mi hija, Canuto - Daven quitó el brazo de Sirius de los hombros de su hija y la atrajo hacia él rodeándola y cubriendo sus oídos - Así que no le darás ningún consejo sobre chicos.

- Ya basta, papá - Dijo Kaida riendo y soltándose del agarre del hombre - No necesito ningún consejo, tío Sirius... El tío Remus solo está imaginando cosas, paso tiempo con todos los Weasley por igual.

Gracias al Quidditch ~ Fred Weasley [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora