XIV

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- ¿Así que haces esto todas las noches? - Preguntó Oliver. Kaida había decidido que ya era tiempo de invitar a Oliver a sus escapadas nocturnas, así que busco una manta, unas cuantas golosinas, y conjuro encantamientos indetectables en ambos, para llevarlos al campo de Quidditch, donde llevaban un rato recostados mirando las estrellas, el chico tenía un brazo tras la cabeza, y con el otro rodeaba la cintura de Kaida, quien estaba recostada sobre su pecho.

- No todas, te lo imaginas, tendría unas ojeras enormes - Dijo la chica riendo y aferrándose más al pecho de Oliver. El chico sonrió, recordando esa sensación de que estaba conociendo cada vez más a la persona que tenía al lado. Su corazón ardió con la necesidad de conocer esas pequeñas cosas que conformaban a Kaida Moody.

- ¿Cuál es tu color favorito? - Pregunto el chico.

- El azul - Dijo Kaida casi inconscientemente.

- ¿Y tú libro favorito? - Dijo Oliver luego de unos segundos.

- Eh... No lo sé, supongo que me gusta mucho lo que escribe un tal Stephen King, es muggle.

- ¿Y tú festividad favorita?

- ¡Oliver! ¿Qué te sucede? - Dijo la chica riendo y sentándose en la manta para verlo a los ojos, el chico imitó su acción.

- Es que me di cuenta que aún hay muchas cosas que no se de ti - Dijo el chico tomando las manos de la castaña - Digo, conocemos las cosas más importantes, pero no las pequeñeces, como tu festividad favorita, por ejemplo - Kaida sonrió ante la tierna reflexión de Oliver y no pudo resistir besarlo, era como si sus labios se lo gritaran. Rodeo el cuello del chico con sus brazos y lo beso tomándolo por sorpresa. No era como los besos que habían compartido anteriormente, o al menos para Kaida, quien lo besaba con necesidad, haciendo presión con sus manos en el cuello del chico, acercándolo cada vez más y haciéndolo perder la cordura. Oliver llevó sus manos a las mejillas de la chica y acarició estas con sus pulgares, respondiendo con un beso tierno y suave, casi con miedo de hacerle daño, y bajando bastante la temperatura. La chica ignoro esto y se separó para contestarle.

- La navidad.

- Por supuesto que tenía que serlo, si amas el invierno - Dijo Oliver sonriendo y besando su frente.

- ¿Cuál es la tuya?

- Mmm... El mundial de Quidditch.

- Eso no es una festividad, tonto - Dijo la chica golpeando su hombro juguetonamente.

- Bueno, para mi si que lo es - Oliver la rodeo por la cintura y la jalo para que volvieran a recostarse sobre la manta - Ven a cenar a mi casa en nochebuena, princesa. No creo que pueda soportar dos semanas de vacaciones sin ti.

- Por mas que ame ese panorama, no puedo, Alastor jamás me dejaría, y tampoco podría dejarlo solo en noche buena.

- ¿Tu padre?

- Más bien mi padre adoptivo... Aunque no lo veo tanto como un papá, es más como un tío cool - Dijo Kaida recordando la conversación que había tenido con Ojo Loco antes de que comenzara el año escolar, y lo furioso que estaría cuando se enterara que no le había hecho caso y se había puesto de novia.

- Bueno, si lo que te preocupa es dejarlo solo, quizás yo puedo ir a tu casa a cenar - Kaida se sorprendió ante la propuesta de Oliver, por lo general la gente prefería mantenerse alejada de Moody.

- ¿Quieres pasar nochebuena con Ojo Loco Moody?

- Bueno, ya pude con Severus Snape, supongo que me gustaría intentarlo - Dijo Oliver rascando su cabeza - Solo dime que no tienes otro familiar super aterrador.

Gracias al Quidditch ~ Fred Weasley [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora