XXII

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Se que dije que este capitulo estaría mañana, pero es que lo termine y no podía aguantar la emoción de compartirselos, y bueno, teóricamente ya es "mañana", así que disfrútenlo.

- Otra vez, estás en lo correcto, pero lo que ustedes no saben, así como el ministerio, es que existieron otros tres animagos en Hogwarts - El profesor dejó de hablar cuando escuchó un crujido tras el. Todos voltearon hacia el origen del sonido y se sorprendieron al ver como la puerta se abría de par en par.

Lupin se acercó a la puerta y reviso todos los rincones del pasillo.

- No hay nadie.

- Por supuesto que no lo hay - Intervino Ron - Este lugar está encantado, deben haber cientos de fantasmas.

- Ese es el invento mas tonto por parte del pueblo - Comentó Lupin - La casa recibe su nombre gracias a mi, yo venía cada mes a transformarme aquí, la gente comenzó a creer que estaba embrujada, pero no era así. En mi naturaleza de hombre lobo, mis transformaciones eran terribles, así que yo solía lastimarme a mi mismo, de ahí los gritos, y los tres animagos ilegales que les mencione.

- ¿A que se refiere? - Preguntó Harry sin entender.

- Bueno, mis mejores amigos en Hogwarts no paraban de darse cuenta de mis desapariciones mensuales. Yo inventaba historias locas cada mes para justificar mi ausencia, pero ellos eran tan inteligentes como tú Hermione, al final lo descubrieron por su cuenta. Para ayudarme a pasar las noches de transformación, los tres se transformaron en animagos, les tomó años, pero en quinto por fin lo lograron.

- ¿Quienes eran sus amigos? - Preguntó la chica curiosa.

- Sirius, por supuesto. Además de Peter Pettigrew y James Potter.

- ¿Mi padre era un animago? ¿En qué animal se...

- Bueno, supongo que recuerdas las firmas del mapa del merodeador - Harry asintió - Sirius era Canuto ya que, entre muchos otros chistes internos sobre su nombre, se transforma en un perro. Tu padre era Cornamenta, se transformaba en un majestuoso ciervo. Y, como ya les hemos dicho, Peter era colagusano, porque se transforma en una... - Remus se tomó el tiempo de apuntar a Scabbers, recalcando otra vez cuál era su verdadera identidad - Bueno, en una rata.

- Ustedes están realmente locos - Fue la primera vez que Kaida habló luego de la revelación que Lupin había hecho sobre su origen. Todo lo que el par estaba diciendo, parecía salido de un libro.

- Tranquila, cariño, te lo probaremos una vez que Remus termine de contar su historia - Dijo Sirius sonriendo sarcásticamente.

De pronto, sin que nadie se lo esperara, Severus Snape apareció en el interior de la habitación, luego de quitarse la capa de invisibilidad de Harry. El profesor apuntó su varita hacia Remus, y Kaida por fin pudo dejar de alternar entre ambos y solo apunto a Black. Hermione y Harry saltaron de la sorpresa, y Ron tambien lo habria hecho de no ser por estar herido en el suelo.

- Recibí tu patronus, pesadilla - Dijo Sev guiñandole un ojo a Kaida.

- ¿Llamaste a Quejicus? - La sorpresa en el rostro de Black era incuantificable, no creía lo que sus ojos veían - ¡Oh, por supuesto que lo hiciste! Tu madre siempre fue amiga de este idiota.

- Bueno, tu prima sabía elegir mejor sus amistades, Black - Dijo el Slytherin rodando los ojos - He encontrado esto al pie del sauce boxeador - Continuó arrojando la capa a un lado y sin dejar de apuntar al pecho de Lupin con la varita - Muchas gracias, Potter, me ha sido muy útil.

- Severus... - Remus comenzó a hablar para llegar a la explicación más resumida para Snape, puesto que estaba seguro que este mal interpretaría todo.

Gracias al Quidditch ~ Fred Weasley [2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora