- ¿Desde cuando esta este lugar en Hogwarts? - Pregunto Kaida mientras caminaba por aquel extraño túnel bajo el sauce boxeador. El profesor Lupin la había guiado por ese lugar, diciéndole que era el camino más rápido para llegar desde Hogwarts a la casa de los gritos, lugar donde Harry, Ron y Hermione supuestamente estaban con el asesino Sirius Black.
Una vez que el túnel término, Kaida se reincorporo para observar el salón principal de la casa de los gritos, lo reconocía perfectamente, puesto que ya había entrado antes a este lugar.
Recordó ese día, estaban en tercero cuando ella y Angelina observaban la casa desde la cerca, era la primera vez que iban a Hogsmeade, Taylor y Alicia se habían quedado a tomar unas cervezas de mantequilla, estaban maravilladas con su sabor. El par pasó unos minutos observando la mansión desde lejos hasta que los gemelos Weasley habían aparecido a su lado.
- Dicen que está embrujada - Había dicho George en ese entonces.
- A que no se atreven a entrar con nosotros.
Y por supuesto que habían aceptado la apuesta de Fred, no haberlo hecho habría significado mostrarse temerosa frente al enemigo, y por supuesto que Kaida no se podía permitir aquello.
Angelina estuvo enojada con ella por una semana completa por haberla hecho entrar, la morena aseguraba haber escuchado voces ahí adentro, Kaida tenía que admitir que no había sentido ninguna presencia extraña.
Habían sido buenos tiempos.
- No veo a nadie - Susurro Kaida en dirección al profesor Lupin, levantando su varita hacia él - ¿Como se que esto no es una clase de trampa? ¿De donde saco ese mapa? Debe ser falso.
- Si fuera una trampa, sería muy tarde para escapar, ya estas aquí ¿no? - Dijo el hombre susurrando - Creí que OjoLoco te habría enseñado mejor.
- Yo...
- ¡Acá arriba! - La voz de Hermione distrajo al extraño dueto - ¡Estamos con Sirius Black! ¡Deprisa!
Kaida corrió escaleras arriba, pero Remus fue más rápido que ella y lideró la carrera. La chica vio al profesor abrir de golpe la puerta de una habitación.
- ¡Expelliarmus! - Kaida escucho como el profesor Lupin conjuraba aquel hechizo, y se tranquilizó de saber que Black estaria desarmado para cuando ella entrara a la habitación, pero al hacerlo, se sorprendió por lo que sus ojos veían.
El profesor apuntaba en dirección a Harry, Ron y Hermione en lugar de Black, y las varitas de los chicos volaron a la mano de este. Luego, Lupin arrojó una en dirección a Black, quien la atrapó con gracia en el aire. Ahora ambos estaban armados, y los chicos no.
- ¡Sirius! - El profesor había corrido en dirección al fugitivo, y, ante la sorpresa de los presentes en la habitacion, este se había arrojado a abrazarlo. Y vaya que abrazo.
Remus jamás creyó que viviría ese momento, se aferraba a los hombros del pelinegro como si este fuera a desaparecer en cualquier momento. En realidad para Remus, Sirius Black apesta terriblemente, pero ni siquiera eso iba a hacer que él se separara del animago, espero doce años para poder abrazarlo otra vez, e iba a disfrutar esa sensación lo que fuera necesario como para no olvidarla nunca más.
Kaida corrio en direccion a los chicos y se puso frente a ellos, apuntando a los dos hombre con su propia varita. Se le hizo extraño que si el profesor Lupin quisiera haberla desarmado, lo habría hecho mucho tiempo atrás, pero no lo había hecho, le había permitido quedarse con su varita, para alguien criada por un auror, eso era un gigantesco error.
- Remus - Kaida prestó atención a como Black se separaba solo un poco del profesor Lupin, tomaba su rostro con ambas manos y se perdía en los ojos de él, Kaida sabía que ocurría entre ellos, porque semanas atrás, ella estaba mirando a Fred Weasley de la misma manera - ¡Oh, Remus! Te ves horrible - El profesor soltó una risa pequeña y Kaida, una vez más, recordó a Fred.
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Gracias al Quidditch ~ Fred Weasley [2]
FanfictionSegunda parte de "Cazado por una pantera" Una de las grandes pasiones de Kaida Moody es el quidditch, y este año por fin comenzara a jugar por equipo de Gryffindor, cumpliendo uno de sus mayores sueños y logrando despertar distintos sentimientos al...