A Boy Stranger «PJM; BTS»

eighteen

Un gran helado fue colocado en el centro de la mesa para el alcance de ambos chicos que tenían una pequeña sonrisa.

—Disfruta el helado.

Sin esperar más hundieron sus cucharas en aquel delicioso helado con dos partes distintas, una más dulce y colorida que otra.

La mesera se había quedado confundida al recibir la orden, fue tan extraño que no sabía cómo iba a resultar aquella muestra, pero ahí estaban ambos concentrados en comer el para nada esperado delicioso manjar.

—¡Esta rico! —celebró Jeon antes de soltar un suspiro. —El helado arregla todo, lo amo.

Park soltó una risa mientras observaba como devoraba pedazo por pedazo su parte.

—No debiste hacer eso, Suni...

Comenzó con la voz algo temblorosa, no es que tuviera miedo o algo así, es que le daba vergüenza que alguien le defendiera, nunca le habían defendido a capa y espada, simplemente era difícil de procesar.

—Me molesta que las personas hagan eso, se aprovechen de uno. —negó varias veces antes de sonreír. —¿Pero somos amigos, ¿no? Yo estoy para ayudarte.

—Gracias, en verdad.

Asintió feliz antes de seguir comiendo, realmente el coraje se le había pasado tan pronto entro a la heladería.

—¿Cuánto tiempo llevan haciendo eso?

—Casi tres años... pero descuida, al principio era más fácil sobrellevarlo. —intentó restar importancia a un tema importante al parecer de Jeon.

—JiMin, ---comenzó. —sé que no quieres ser grosero como porque sea una chica, mi hermano suele hacer eso... ¡Pero no dejes que se aprovechen solo por ser chicas!

Park soltó otra risa al notar como una niña de diecisiete años le daba una lección de vida a los veinticinco, realmente era asombroso, todo de ella lo era. Era como una caja de Pandora.

—Lo sé, entiendo.

Silencio, silencio y más silencio mientras ambos pensaban exactamente lo mismo, ¿Qué fue eso de novios? No sabrían exactamente que fue eso, pero sabían que habían sido algo como "reflejos".

La mente de Jeon procesaba rápidamente las posibilidades que habría si jugaba si próxima carta.

—JiMin...

—¿Sí? —cuestionó.

—Me molesto que te tratarán de esa forma, me molesto bastante. —confesó antes de morder su labio de manera nerviosa. —¿Qué ocurría si te dijera que eso de ser novios fuera real?

Por alguna razón todo el local quedó en un tremendo silencio, dudaban que hubieran escuchado, aunque no tenía sentido.

—¿Real? ¿Te refieres a qué?

—Nos podemos ayudar mutuamente. —sonrió algo apenada. —Podemos seguir con la mentira de que somos algo...

La rubia cabellera fue despeinada de golpe. —¿Qué ellos piensen que tenemos algo? —asintió. —No lo sé...

—JiMin... —suspiró tratando de arreglar la situación. —Se que suena raro... yo pienso eso, pero por alguna razón no me molesto decir aquella mentira. ¿Entiendes?

"A mí me encantó...", pensó Park.

—Entiendo, solo... Te diré después mi respuesta.

—Bien, ¿Puedo probar un poco de tu helado? Se ve delicioso.

—Claro.

El ambiente siguió cómodo y volviendo a hacer como que no había pasado algo extraño o incómodo ahí.

Park necesitaba analizarlo, no podría decir que si, solo porque realmente su corazón lo pidiera a gritos desesperados.

Debía ser pensar racionalmente y no como un chiquillo hormonal.

Corregido finalmente.