Park había perdido la esperanza en sus relaciones anteriores, hasta que sin saber cómo había caído flechado por una chica.
El único problema era que ella apenas era una niña de diecisiete y él un tipo de veinticinco.
❛ ♯:₊˚🎀 ۪*ૢᝂ
;;𝑫𝒆𝒕𝒂𝒊𝒍�...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
AVISOS:
Un gusto volver a verlos después de tiempo, he corregido la historia finalmente, si notan que hay errores en oraciones que no están separadas por espacios, eso ya es error de la plataforma, porque en mi archivo original está escrito de forma correcta. Si llego a ver errores así más seguido, tendré que mandar un reporte a la plataforma.
Segundo, así como corregí la historia, cambie algunos detalles y trama de la historia no tan notorios, así que pueden pasear por los capítulos o volver a leer porque se llevaran una grata sorpresa con el futuro de los padres Jeon.
Muchas gracias por apoyar a esta historia, gracias por los 17k y futuros que vengan.
Pueden pasarse por mi cuenta por si alguna otra historia les agrada, sin más que decir, disfruten de la lectura.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Unos pasos perdidos subían por las escaleras después de haber pasado revisión con los guardias de seguridad en la entrada del complejo departamental.
Era la primera vez que pisaba estos tipos de departamentos bastante lujosos, detuvo su andar abruptamente antes de tocar en la puerta que parecía indicar "204" con un bonito color dorado.
Una señora mayor de edad abrió la puerta algo confundida, pues no esperaba visitas. —Buenas tardes... Estoy buscando al joven Jeon Jungkook.
—Oh cariño, te equivocaste de departamento. —lo corrigió antes de señalar arriba suyo. —Esta en el departamento arriba mío, es el "304".
—¡Lo siento mucho! Y muchas gracias. —agradeció antes de dirigir su camino hacia las escaleras nuevamente.
—Sube con cuidado, cariño. Hasta luego. —despidió antes de cerrar su puerta con suavidad.
Unos cuantas escaleras más y había llegado al mencionado "304".
Sin esperar mucho, toco dos veces a la puerta algo apenado, no quería equivocarse de nuevo por culpa de esas malas instrucciones para llegar que le había proporcionado el dueño de la casa.
—Buenas tardes...
—Hola, ¿puedo ayudarte en algo? —una chica con aspecto refinado abrió la puerta y en automático se regaño por volver a molestar a una vecina.
