twenty-four

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El viernes por había llegado, aunque está vez Jeon no tenía tanta emoción como las veces anteriores

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El viernes por había llegado, aunque está vez Jeon no tenía tanta emoción como las veces anteriores.

Se miró al espejo, estaba satisfecha, ya que el golpe casi no se veía y su labio había mejorado gracias a un pequeño curita para cerrar la herida.

—¡Me voy, hermano!

Se despidió en voz alta hacía la cocina donde estaba esté comiendo su desayuno lo más rápido que podía.

—¡Cuidado! Recuerda la cita. —hizo un sonido de afirmación antes de cerrar la puerta detrás suyo.

Sus pasos eran de las pocas cosas que escuchaba en aquella calle poco concurrida y llena de arbustos. No quería ir de nuevo al colegio, estaba bastante aterrada de que volviera a suceder, intentaba darse la confianza con palabras alentadoras.

Las cuales servían bastante bien, o al menos hubieran servido si jamás hubiera pisado los pasillos de su escuela.

El miedo volvió, no tanto como antes, pero lo hizo, solo se limitó a caminar rápido en busca del grupo de amigas.

—¡Por aquí, Suni! —Dejó su mochila en el asiento correspondiente antes de ir hasta donde estaban las tres con una gran sonrisa.

—¿Cómo están? —mencionó.

—Deberíamos decir lo mismo de ti, no pensé que hubiera pasado eso. —se encogió de hombros ante las palabras de una de sus amigas haciendo referencia a la pelea.

—Estoy bien. Por cierto, Nako, lamento salir corriendo. ¿No te paso nada cierto? —esta negó y Jeon suspiró aliviada. —Genial.

—¿Y tú hermano? ¿Se ha enterado?

—Pidió hablar con sus padres. —todas abrieron sus ojos. —Y todos hablarán justo después de la hora del almuerzo.

—¡Oh no! Ahí viene la profesora de historia, ¡corran! —chilló la más bajita del grupo antes de que todos corrieran a sus lugares como hormigas.

—¡Buenos días! —el presidente de clase le dio un saludo amable a la profesora que entraba con una cara de pocos amigos.

—Malos días para todos, ¿Les parece si voy anotando la tarea? Ya que las tareas pasadas fueron muy pocas y estuvieron mal contestadas. —su mirada se posó en cada uno de los alumnos. —No pudieron decepcionarme más, tranquilos.

Todos suspiraron bastante devastados, las calificaciones de la mayoría no eran muy buenas. Y Jeon al menos pasaba con dos notas arriba del promedio.

Nada mal para que nunca estudie en exámenes.

El almuerzo había llegado y todos lo esperaban con ansias hasta Jeon, quién había comido un pan con mermelada y una manzana igual que su hermano

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El almuerzo había llegado y todos lo esperaban con ansias hasta Jeon, quién había comido un pan con mermelada y una manzana igual que su hermano.

A estas alturas, el también debería estar muriéndose de hambre.

Tomó su dinero y fue con sus amigas las cuales hacían la fila para la pequeña tienda que se veía simple, pero parecía no tener fondo para tantos productos.

No tardó mucho para que fuera su turno así que sin dudar le pidió al señor que atendía un jugo de naranja con popote y cuatro paletas para compartir para después pagar por todo.

Guardó bien los dulces antes de beber su jugo por medio del popote.

—¿Por qué anduviste de chismosa? —una voz molesta le habló al oído antes de tomar su cabello y jalar de este en un acto rápido y doloroso.

—¡D-déjame en paz! —con su mano intentó que no le lastimará más de lo necesario.

—Lo hubiera hecho si hubieras aceptado que Park era mío.

"Oh no, otra vez no.", Pensó Suni

Jeon se giró bruscamente y le tomó de igual manera su cabello.

Apretó su jugo inconscientemente y salió en un gran chorro logrando mojarlas a ambas, pero a la mayor en mayor cantidad.

—¡Qué asco, maldita llorona!

Un montón de palabras empezaban a salir de su sucia boca, pero por alguna razón no escuchaba la mayoría, estaba desesperada por soltarse de ella y salir en busca de protección.

Pero no, está vez debería ser fuerte. ¡Lo intentaría!

—¡¡Déjame, ya!!

—¿Estarás bien sola?

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—¿Estarás bien sola?

—Descuida, ya has hecho bastante por mí, hermanito. —sonrió un poco antes de abrazarlo. —Puedo llegar a casa sola.

Jungkook arrugó su nariz y suspiró.

—Está bien, te veo en la tarde. ¿De acuerdo? —la despeinó un poco con su mano antes de sonreír. —Cualquier cosa, llámame.

La menor soltó unas risas antes de negar divertidamente.

—Estaré bien, al menos ya practiqué mis golpes, ¿No? —bromeó, pero al parecer a su hermano no le pareció nada así que hizo una mueca antes de pedir disculpas.

—Me iré, me avisas cuando llegues a casa. Y pon tu camiseta en la lavadora o se quedará con esa mancha. —advirtió antes de besar la frente ajena e irse corriendo para alcanzar el autobús que justo acababa de llegar para irse a su universidad.

Jeon esperó hasta que subiera y arrancará para la siguiente estación de bus.

Se colocó su mochila rosada que estaba tirada a su lado y decida dio unos pasos al frente, pero frenó de golpe olvidando un detalle. Su paleta, rápidamente hizo una pequeña búsqueda para sacar una paleta para sacarla de su envoltorio y llevársela a la boca.

Satisfecha, se acomodó y volvió a su camino, la plaza del centro comercial.

Sus largos cabellos negros ondeaban con el poco viento que había a cada paso que daba ansiosa por volver a ver al rubio.

Sus largos cabellos negros ondeaban con el poco viento que había a cada paso que daba ansiosa por volver a ver al rubio

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Corregido finalmente.

A Boy Stranger «PJM; BTS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora