A Boy Stranger «PJM; BTS»

fifty-eight

Al final del día había dejado un gran espacio que se sentido fresco y nuevo.

Las paredes de su cuarto eran blancas y con alguna decoración que fue removida sin piedad por su espátula.

Seamos sinceros, en su tiempo brillaban y hasta luces tenían, pero ahora solo quedaba algo inservible y sin utilidad, lo mismo con alguna ropa que usó para experimentos, estaba cortada, pintada y hasta de quemada.

Una buena idea llegó a su mente, podría volver a decorarlo y quitar algunas repisas que estaban sobrando.

—¡Jungkook! —justo venía subiendo las escaleras con su celular en manos, bueno, al menos él sí tenía celular.

—¿Me puedes ayudar?

El asintió y se asomó mirando el cuarto ajeno algo asombrado de lo bastante que había cambiado solo con quitar cosas.

—¡Por fin puedo ver tu pared blanca! —festejó y estiró la mano exagerando más sus palabras.

—¡No seas ridículo! —se quejó. —Si se podía ver antes.

—Pero tenía mariquitas y animalitos desformados por los años. ¿Desde que tenías diez? —le pegó un manotazo. —¿Qué?

—En ese tiempo ese era mi estilo, además tú también tenías carritos y un dinosaurio que pintaste tú en toda tu pared. —su rostro se deformo antes de reír avergonzado.

—¿Cómo sabes eso?

—Tenías doce años, me acuerdo porque me asustaba pasar por tu cuarto. —ambos rieron, pero uno por vergüenza y otra por recordar ese deforme intento de dinosaurio azul con ojos rojos y garras amarillas.

—No te voy a ayudar. —decidido a irse por la vergüenza, pero ella le detuvo.

—Lo siento niño dinosaurio. —la miró molesto. —Solo ayúdame a quitar algunas cosas, eres el más alto, anda~ —hizo un puchero antes de ver cómo quitaba con facilidad lo que le pedía.

—¿Qué piensas hacer con tu cuarto? — la menor se encogió de hombros.

—Buscaré en internet, hay cosas bonitas. —guardó lo que había quitado en una caja libre dando por terminado el trabajo de quitar basura. —Gracias hermanito. —le dio un apretón de mejillas para después besar estas.

—Iugh, que asco.

—Asco deberían darme tus besos con saliva en mi frente. —se quejó al tomar unas cajas para guardarla en un pequeño cuartito debajo de las escaleras.

—¿Disculpa?

—Mejor ayúdame a bajar las cajas, dinosaurio.

—¡Por dios, Jeon Suni! Jamás me he burlado tan horrible como tú lo has hecho. —tomó lo que sobraba para seguirla.

—¡GRR! ¡Dinosaurio!

Jeon Suni caminaba por los pasillos del colegio otro día mas, como siempre acostumbrada hasta llegar a su salón y saludar a sus amigas.

Quería saber su opinión sobre decoraciones de habitación que estaban de moda.

—¡Miguri! ¡Oppa! —las tres chocaron sus puños con el anillo con una sonrisa.

—¡Oh por dios! —Miguri soltó una risa. —¿Por qué tienes rasguños en tus manos, ¿eh?

—Estuve haciendo remodelaciones en mi cuarto. Algunas cosa no querían cooperar así que me lastime, nada grave. —conto orgullosa. —¿Saben ideas para poder decorar mi cuarto? Ayer casi lo vacíe porque me era aburrido. —confesó y vio cómo Oppa sacaba su celular y en un rápido movimiento le mostraba imágenes.

—¡Tengo unas ideas geniales! —empezó. —No puedo hacerlo en el mío, no todas, porque no tengo dinero.

Soltó una carcajada negando ante sus propias palabras.

—No es cierto, solo es que me da tanta pereza hacerlo... ¡Parece fácil, pero es cansado!

—¿Podrías decirme más sobre eso? Quiero algo bueno. —señaló una imagen de las que pasaba, realmente eran fascinantes.

Jeon quería tener un cambio en su cuarto, quería algo cálido y acogedor donde se sintiera segura, donde al llegar pudiera respirar tranquila y olvidar sus problemas.

A falta de JiMin,haría algo que le hiciese sentir igual.

Corregido finalmente.