thirty-seven

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Parecía irreal, nadie habría creído que ambos iban enserio con este juego para protegerse mutuamente

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Parecía irreal, nadie habría creído que ambos iban enserio con este juego para protegerse mutuamente.

Pero ahí estaban, nada había cambiado, seguían siendo una pareja desde antes de serlo, todos mirando y notando el mayor inconveniente.

El chico se veía bastante maduro y la chica no era más que una niña.

Fue lo que escuchó Jeon de las chicas que solían molestar a su novio.

Y no habían dejado de sonar en su mente desde la última vez que se vieron.

—¿Es enserio? —bufó y enterró el tenedor en su platillo dejándolo ahí, parado, mientras se levantaba. —No tengo hambre, Jungkook...

Un puchero salió de sus labios antes de besar la sien del mayor antes de irme a su habitación.

Jeon quería decirles muchas cosas a esas tipas universitarias, pero ¿quién rayos era ella? ¡Ni siquiera tenía la mayoría de edad! Solo era una tonta, una gran tonta.

Era una basura en el mapa lleno de gigantes universitarios.

Apenas toco su cama, se tapó con todas las sábanas hasta la cabeza.

Las manos de Jeon tecleaban por debajo de las sábanas el número de Park, quería escucharlo hablar y que le reconfortará un poco.

¿Hola, Suni? ¿Qué ha pasado?

Suspiró antes negar. —No mucho en realidad, solo quería marcarte. ¿Estás libre?

Uhm... algo así, no cuelgues, iré a entregarle algo al supervisor. —avisó y Jeon suspiro antes de esperar con el teléfono en el oído. Su voz se oía tan calmada, tan linda, tan JiMin.

¿Eres Suni? —se escuchó y Jeon saltó del susto. —¡Hola! Ya no pudimos hablar bien, te paso mi teléfono por el chat de JiMin. Eres muy mona, eres tan pequeña... Bueno, yo lo soy más per- ¡Hey mocoso de dos metros! No intentes enviar tu número, no seas un acosador. ¡Ya tiene pareja! Te va a matar ese rubio mal teñido.

La menor soltó una carcajada, ya sabía de quién hablaban.

Las dos personas más divertidas en la universidad de JiMin: Dohee y Yongbok.

—Hola Dohee, voy a agendarte, no te preocupes. —afirmó antes de escuchar un gran estruendo del otro lado.

Oye, ya no te pude preguntar, luces muy joven. ¿Cuántos años tiene el amor de el rubio mal teñido? apenas terminó la broma soltó una carcajada.

—Será un secreto, ¿Bien? —ella afirmó. —Tengo diecisiete...

¡Oh por dios! Eres todavía una niña, ¿Qué haces saliendo con un abuelo de veinticinco años? ¿Cuántos años se llevan? ¿Diez? cuestionó dudosa sin dejar su tono sorprendido.

—Son ocho años, no es mucho... —mintió Jeon, aunque a ninguno le importe realmente estaban -un poco- conscientes de ello.

¡Hey! ¿Cuándo agarraron mi teléfono par de bestias? se escuchó algo de interferencia mientras luchaban por el celular. ¿No has colgado, cierto?

—No... para nada, tus amigos son divertidos. Me alegraron un poquito. —JiMin suspiró antes de hacerle señas a los chismosos para que se fueran.

De acuerdo, estoy preocupado. Hablas muy poco y te alegraron "un poquito". ¿Qué es lo que piensas? un sonido de una mochila adorno su habla con un llavero que chocaba con sus llaves.

—No se te escapa nada, —agradeció sin poder evitar la gran sonrisa que poseía en su rostro. —Gracias, te quiero.

También te quiero, lo sabes. Ahora ¿Me dirás o me harás ir hasta tu casa?

—¿Venir? No lo haces.

Si no me dices, tomaré el riesgo de que tú hermano me vea. Yo solo quiero felicidad para mí novia. —sus mejillas se pusieron rojas antes la palabra.

—¿Verdad que se escucha lindo, novio? —ambos rieron, pero se volvió a escuchar un quejido de Park.

¿Entonces? ¿Iré a tu casa?

—Solo... estoy molesta, —restó importancia. —solo eso...

¿Solo eso? Y yo no soy tu novio. Jeon Suni, voy ahora mismo para tu ca-...

—Bien... —suspiró antes de preguntar. —¿Enserio soy tan... inmadura?

¿A qué viene en todo esto? Claro que no.

—¿Estoy siendo... insegura? —mordió su labio antes de negar. —Lo siento.

¿Insegura? ¿Enserio no quieres que vaya? Puedo ayudarte. habló con una expresión bastante preocupada a pesar de que nadie le viera.

—Déjalo, solo... necesito olvidar esa tontería. No tiene caso. —tragó saliva. —¿Puedes dejarlo? Son inseguridades, se me pasarán mañana con suerte.

¿Segura que no quieres hablarlo? —negó con un sonidito. De acuerdo, hablamos mañana. Te quiero.

—Te quiero, Minie. Gracias.

Cuídate por favor, adiós. —se despidieron y la menor escuchó un pitido del celular, se había terminado la llamada. Al menos se sentía mejor.

Dejó el celular y decidió acomodarse para tal vez dormir un poco antes de dar la cara a la vida.

Pero lo que no sabía, es que el mayor de la casa había escuchado una gran parte de la conversación.

No es que haya querido hacerlo a propósito, solo quería hacerle compañía, pero se vio interrumpido por aquella llamada.

Ahora solo se sentía decepcionado, porque por primera vez, la menor no quiso contarle su problema a su hermano Jungkook.

Sus pasos fueron silenciosos, solo se dirigió a su cuarto para abrigarse, necesitaría aire fresco, necesitaba abandonar aquella casa para poner sus pensamientos en orden.

Se sentía desplazado, tal vez se lo merecía.

Se sentía desplazado, tal vez se lo merecía

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Corregido finalmente.

A Boy Stranger «PJM; BTS»Donde viven las historias. Descúbrelo ahora