peeked

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"No puedo creer que te haya dejado convencerme para hacer esto." le murmuré a Barb mientras caminábamos hacia la casa Sigma Epsilon.

"Vamos, Lils. Es viernes por la noche. Hasta un profesor puede salir a divertirse." Me tironeó del pelo suavemente mientras nos dirigíamos a la puerta. Barb se veía más que sexy en un vestido de sirena rojo que se ajustaba en cada parte de su cuerpo y unos stilettos que le estarían rompiendo los pies al final de la noche. Tal vez se tendría que especializar en podología, viendo cómo se iba a torturar sus pies.

Cami enganchó su brazo con el mío y le dio un suave apretujón. "Esto va a ser divertido, Lil. ¡Es justo lo que necesitamos!" Ella tenía un vestido verde oscuro que se movía cuando giraba, lo cual hacía muy seguido, incluso en nuestra corta caminata desde nuestro apartamento. Yo tenía jeans negros y una blusa violeta sin espaldas de Barb, la cual, según ellas, me hacía ver sexy y accesible. No me sentía ni lo primero y mucho menos lo segundo, pero no había nada de malo con una falsa propaganda, supongo. Pasa todo el tiempo.

"¡Anímate, mujer! ¿Por qué estás tan alunada?" No podía decirle que era porque no había escuchado nada de mi Cole desde que le había mandado esos mensajes con la palabra y que me sentía triste de nuevo. De verdad, era demasiado ridículo. Cole era una estrella de cine promocionando una película y lo que menos podía esperar era que estuviera constantemente pegado al teléfono. Ni siquiera yo estaba pegada al mío. Lo sentía en mi bolsillo trasero. Bueno, tal vez sí estaba pegada, pero soy una mujer de 22 años. Era parte de mi maquillaje genético.

"No estoy alunada." Barb ya estaba adentro y yo me preparé para entrar. Cami quitó un mechón de pelo que cubría mis ojos.

"Sí, lo estás. Escucha, Lil, ¿esto no es por Cole, verdad?" Me estremecí, ¿cómo diablos lo sabía?

"¿Qué?"

"Mira, sé que he estado un poco atrapada con la idea, pero tú sabes que siempre estás antes que nada ¿cierto?" Sus ojos grises me rogaban que la entendiera, y largué el aliento que estaba conteniendo.

"Cami, estás loca, pero te amo de todas maneras."

Ella hizo un mohín. "¿Tú crees que es una locura que pueda estar jugando y hablando con él?"

¿Pensaba que era una locura? No, porque yo estaba haciendo lo mismo pero esperaba que éste fuera de verdad. "No, nada es imposible."

Ella me sonrió radiante. "¡Exactamente! No hay nada de malo con intentarlo. Y hablando de intentar, ¡es tiempo de entrar y mostrarle a esos chicos Sig Ep que Lili Reinhart ha vuelto!" Sacudí mi cabeza y la dejé que me arrastrara hacia adentro.

El lugar era una locura y no había cambiado mucho desde el año pasado, en el cual había ido muy seguido. Varios chicos de la fraternidad me llamaban mientras yo les sonreía y saludaba mientras iba de camino al barril de cerveza. Era para lo que había venido. Tomé un vaso rojo de plástico y esperé en la fila con Cami. Ella se rio y me codeó cuando vio quien estaba llenando los vasos. Gruñí. Chris Brandon. Bueno, ahora sabía que no podría evitarlo en la fiesta. Tenía que acabar con eso.

Nos paramos en frente al barril y Chris me sonrió ampliamente. "¡Hola, Lili! ¿Cómo estás tanto tiempo?"

Quieres decir, tanto tiempo que no me ves media desnuda. ¿Cierto, Chris? Lo juro, tenía un radar para cuando estaba en cualquier estado de desnudez en su habitación y de alguna manera él siempre lograba entrar. Apostaría a que tenía cámaras apuntadas a la cama de Thomas. Pervertido.

"Estoy bien. ¿Tú cómo estás, Chris?" Le pregunté sin ganas. Cami se había ido al otro lado de habitación con un tipo llamado Jared, con el cual se acostaba de vez en cuando. Ella me miró interrogante y yo asentí. No iba a encadenarla a mi lado toda la noche, aunque debería, después de la tortura que me hizo pasar en la semana. Aunque, si lo hiciera, estaría todo el tiempo hablándome de Cole. Quedarme estancada con Chris era mejor que eso, marginalmente.

A través de un juego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora