More Than Words

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Esto era real. La hermosa cara de Cole estaba arriba de la mía, mirándome con cuidado. ¿Creía que iba a cambiar de opinión? ¿Estaba loco? Iba a morir si no me tocaba. Su hermoso cuerpo estaba a unos centímetros de mí, pero esos pocos centímetros eran demasiado. Le sonreí, intentando aplacar la necesidad. Tenía miedo de abrir mi boca porque no sabía que ridículas palabras saldrían de ella.

Finalmente se acercó hacia mí, sus brazos en cada lado de su cuerpo mientras éste se alineaba con el mío. Podía sentirlo mientras abría mi boca para besarlo. Finalmente. Esa palabra seguía haciendo eco en mi cabeza. ¿De verdad apenas hacía unas semanas que había conocido a este hombre? Se sentía como si lo conociera desde siempre.

Deseaba sentir su cuerpo contra el mío, así que abrí mis piernas y él se deslizó justo donde quería estar. Podía sentir lo duro que estaba y gemí en su boca mientras frotaba su verga contra mí. Maldije a mis jeans. Debería haber usado los shorts de algodón, o mejor aun, nada. Lo deseaba.

Los dedos de Cole se movieron suavemente por mis brazos. Sentí que se me ponía la piel de gallina con su toque y gemí y envolví mis brazos a su alrededor, intentando atraerlo hacia mí. Su espalda desnuda se flexionó ante mi toque y gemí en su boca.

Sus labios dejaron los míos y se movieron por mi mandíbula y luego, Dios me ayude, detrás de mi oreja. Su nombre salió de mis labios. Nunca antes me había sentido así de bien. Apenas me había tocado y sentía que lo había estado haciendo por horas.

Sus labios se cerraron alrededor de mi lóbulo y respiró en mi oído. "¿Sí, Lils?"

Ugh, ¿quién sabría que el oído estaba directamente conectado con la vagina? Porque sentí esas dos palabras ahí abajo donde quería su verga. "Te deseo." Era así de simple. Lo deseaba más que nada.

Sus labios trabajaban mágicamente en mi oído y debajo de mi cuello. "Me tienes." Sus dedos encontraron un ritmo, moviéndose hacia arriba y hacia debajo de mi cuerpo. Rozó mis senos y sentí la necesidad de agarrarle las manos y colocarlas allí. No había apuro, pero Dios, sentía que iba a explotar si no me tocaba.

Tomé su cabello y masajeé su cuero cabelludo. Me estaba haciendo sentir tan bien que quería devolverle el favor. Además, quería tocar su cabello, y cualquier chance que tenía la iba a tomar. Cualquier mujer del mundo haría lo mismo en mi lugar. Sus labios se movieron debajo de mi cuello y sentí que sus dientes me mordían suavemente. Dios. Me froté contra él sin vergüenza, intentando apurarlo para que me tomara. Estaba tan duro… de seguro me necesitaba tanto como yo a él.

Volvió a mí, lamiendo mi labio. Lo abrí para él, mientras su lengua bailaba con la mía. Tiré un poco más fuerte de su cabello y me apreté contra él. Tómame ahora, Cole. Me besó con más fuerza mientras se frotaba contra mí. Juro que mis ojos se cruzaron sin él ni siquiera estar dentro de mí. Di un grito ahogado y mis movimientos se encontraron con los suyos. Estaba tan mojada y tan pronta para él. Amaba que se estuviera tomando tiempo para mí, pero una parte de mí quería arrancarle los jeans y atacarlo. Todo a su tiempo, Lili.

Llevé mis manos por su espalda, arañándolo suavemente con mis uñas. Él respondió dándome una estocada más fuerte. No pude contener mi sonrisa triunfal. Se separó de mí y me sonrió.

"¿Te gusta enloquecerme?" Preguntó, sus ojos azules brillando en burla y, lo que esperaba, calentura.

Lamí mis labios, los cuales ahora sabían a Cole. Deberían de saber así siempre. "Sí, demasiado."

Él rio y arqueó una ceja. "Voy a disfrutar hacerte lo mismo a ti, bebé." Eso me trajo un quejido y más deseo en mi bajo vientre. Se separó de mí y se sentó entre mis piernas. Me gustaba más ahí… era una posición que llevaba a muchas posibilidades. Finalmente me quitó la remera, tomándose su tiempo, lo cual me volvía loca. Este hombre sabía lo que hacía. Quería derretirme antes y definitivamente estaba funcionando. Después de un siglo, finalmente la quitó de mi cabeza.

A través de un juego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora