Sexy Schoolgirl

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Apenas dormí durante la noche. Estaba vibrando de excitación lo cual no es algo bueno cuando estás en la cama con un Cole Sprouse desnudo a tu lado. No me quejaba, pero era difícil no saltarle encima con toda mi energía extra. Pero sabía para qué la necesitaba y cuando el reloj marcó las seis y media, me deshice de su abrazo y salí de la cama. Me puse mi remera y mis shorts que tenía en el baño y encendí la alarma antes de irme.

Bajé las escaleras y rodé mis ojos ante la escena que había en la sala. Dylan estaba sin remera y Barb estaba abrazada a él, con su remera y por suerte sus jeans. Él también tenía sus jeans así que tal vez no cogieron en la sala. Las botellas de tequila estaban en el piso pero no parecía que había ningún daño. Le toqué la espalda a Barb y me alejé cuando su brazo se me acercó. Sabía por experiencia propia que no se despertaba de buen humor.

"Vete a la mierda." Murmuró en el pecho de Dylan.

Él frunció su ceño. "No."

Reí. Por supuesto que pensaba que ella le estaba hablando a él. ¿Por qué no lo haría? "Ambos necesitan irse a su cabaña. Tengo planes que no los incluye."

"Joder. ¿Qué hora es?" Ella murmuró.

Los ojos de Dylan se abrieron. "Está oscuro afuera. Déjanos dormir un par de horas más."

"No. No me importa a dónde vayan, pero tienen que irse. ¡Shush!" La toqué de nuevo y ella me agarró, con sus ojos todavía cerrados. Su cabello estaba alborotado.

"En serio, Lili, voy a matarte."

"No lo harás. Me amas."

"Ugh, basta de decir esa puta palabra." Enterró su cabeza en sus manos y el rostro de Dylan se transformó de repente en una sonrisa brillante.

"¡Te acuerdas! ¡Se acuerda! ¡Me ama!" Me dijo, tirando sus brazos alrededor de Barb.

Ella suspiró y recostó su cabeza contra su hombro. "Lo dije, ¿verdad? Podemos hablarlo dentro de cinco horas. Volvamos a la cama."

"Es una buena idea, bebé. Hagamos eso." Y sus manos estaban en su culo. Dios. Los hermanos Sprouse se parecían mucho.

"Basta." Le dijo, golpeando sus manos.

"¡Barb! Necesito aprontarme. Es día de clases, ¿recuerdas?" Esperaba que con eso entrara en razón.

"Oh, sí." Murmuró y se sentó. "¡Oh, sí! Okey, nos vamos."

"¿Qué?" Protestó Dylan, agarrándola mientras se ponía de pie. "Creí que íbamos a..."

"Oh, lo haremos. Levanta tu lindo culo y llévame a nuestra cabaña. Finalmente puedes demostrarme lo que estuviste refregando en mi rostro durante estos días. Lili, diviértete." Ella estaba agarrando su sweater y sus zapatos. Esto era la amistad. Ella no se interpondría en nuestra diversión.

"Dylan, ¿puedes ayudarme a mover la computadora por favor?" Pregunté.

Él lucía incrédulo pero me siguió hasta la oficina de todas maneras. "No sé que diablos está sucediendo."

Comencé a desconectar los cables. "Creo que todo lo que necesitas saber es que estás a punto de tener sexo con la mujer a la que amas."

Él rio. "Oh, sí. Tienes razón. ¿Por qué sigo aquí?"

"Porque necesito tus músculos." Y eran muy grandes. Admiré el tatuaje de águila en su espalda. Barb lo lamería pronto. Ella amaba los tatuajes. Y los músculos grandes. Yo prefería los músculos de Cole. Él era tan caliente.

Dylan puso el monitor en la mesa e hicimos lo mismo con la torre. Miró el escritorio, luego a mí y sonrió. "Lo entiendo. Diviértete, profesora."

A través de un juego Donde viven las historias. Descúbrelo ahora