Capítulo 24

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Té del Asco

- No- Caroline pronunció la palabra con tanta convicción, a pesar de las lágrimas que corrían por su rostro- No dejaré que me la quites.

La enfermera suspiró.

- Escucha cariño, ella regresará antes de que te des cuenta, solo tenemos que pesarla y...

- No- Caroline sacudió su cabeza otra vez, sosteniendo a Elizabeth más apretada contra su pecho- No te la llevarás.

Los ojos de la enfermera parpadearon ante el goteo en su brazo, Caroline había experimentado un daño uterino y la habían puesto en morfina por el dolor, pero a pesar de que había estado al borde del sueño cuando entraron en el hospital, ella había corrido a través de la habitación y agarró a su hija cuando intentaron llevársela.

La enfermera está mal pagada y trabaja demasiado y no quiere pasar la tarde discutiendo con la chica blanca soltera y tonta que trajo a toda una familia al hospital con ella, que ahora está abarrotando el área de espera, así que estúpidamente se estira y se acuesta con una mano sobre el bebé.

Cuando Caroline grita por Tyler Lockwood en la habitación tan rápido que la enfermera ni siquiera puede darse cuenta de lo que sucedió, afortunadamente su llegada la distrae para que no vea el color antinatural de los ojos de Caroline o las garras en sus manos.

- No te llevarás a mi hija- Caroline le dice firmemente por última vez y Tyler evalúa rápidamente la situación,

- Care, ¿qué tal si voy con la enfermera?- él ofrece- Estaré con Lizzie todo el tiempo, ni siquiera le soltaré el pie.

Suavemente, extiende la mano y coloca el pulgar y el índice alrededor del tobillo del bebé, teniendo que cerrar su agarre hasta que apenas pueda pasar el dedo medio, antes de estirarse para tomar el resto de ella. Caroline la libera con evidente reticencia y presiona su rostro contra la cabeza de su hija, inhalando su aroma con determinación.

- No la vamos a perder- promete Tyler, incluso mientras se familiariza con el aroma de Lizzie.

Incluso un bebé recién nacido era distinguible entre hombre lobo y humano, Lizzie tenía el más leve olor a otro y el olor de la tierra que habían rozado en sus pies poco antes de que llegara la ambulancia.

- Incluso si se confundiera con los otros cuatro bebés en el hospital, podríamos distinguirla- le asegura, pero Caroline todavía está aterrada por la idea de la separación.

- Este hospital tuvo tres confusiones de bebés en los cinco años- le dijo, lanzando una mirada acusadora a la enfermera que era demasiado joven para haber estado involucrada en alguno de esos.

- La miraré con los dos ojos- jura antes de volverse hacia la enfermera- me registraré o lo que sea, pero este bebé no lo dejare de ver.

La enfermera resopla.

-Bien, no tengo tiempo para... esto.

Esto significa el berrinche de Caroline, la cantidad ridícula de personas que esperan afuera y el aire general del país que rodea toda la situación.

A Caroline no podría importarle menos. Observó la espalda de Tyler hasta que se perdió de vista y luego se volvió hacia la ventana. Sabía que no debería dejar que su Beta manejara a su bebé con tantos testigos, solo porque él no hubiera reclamado la paternidad no significaba que la gente no asumiera que él era el padre.

Pero ya no la preocupaba tanto como antes. De hecho, parte de ella se preguntaba si su hija podría estar más segura si no fuera reconocida como la hija del Alfa más poderoso que existe.

La hembra Alfa. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora