Los que odian van a sangrar dolor.¡Dolor agonizante!
Klaus nunca había pensado que sentiría tal lagrimeo y dolor en su cuerpo, el tipo de dolor punzante que te dejó con manchas bailando en tus ojos, el sabor de la sangre en tu boca y el rugido en tus oídos.
Caroline.
Necesita a su Caroline.
- Tenemos...- jadea y traga alrededor de su gruesa lengua- traerla de vuelta.
Esas palabras salen como un susurro y se pregunta tardíamente si hay alguien en la habitación con él. No puede ver desde su posición en el piso, las tablas del piso de madera presionando contra su mejilla, sus manos extendidas frente a él.
Él piensa que está en su habitación y la idea le brinda algo de consuelo cuando recuerda todas las horas y noches que Caroline pasó allí, su aroma impregnando toda la habitación.
Él se postra ante su memoria como debería haberlo hecho antes que ella misma.
- Ve a traerla de vuelta por favor.
¿Dónde están sus hermanos? ¿Dónde está su manada? Alguien debería estar aquí para escuchar y obedecer sus órdenes.
Sus peticiones.
Sus sinceras súplicas.
Hay un suspiro y dos manos aparecen en su visión.
- Vamos- le dice -Vamos a llevarte de vuelta a la cama.
Marcel lo levanta con la mayor suavidad posible y lo pone de espaldas sobre las sábanas y las almohadas que aún conservan el más leve rastro del aroma de su compañera.
- Necesito que vayas a buscarla- le informa a su hijo adoptivo, volviendo la cara cuando se coloca un vaso de sangre debajo de la nariz- Comeré cuando ella esté conmigo.
- ¿Y el bebé?- Marcel pregunta de nuevo.
Klaus parecía recordar esta pregunta que se le hacía con creciente frecuencia.
El bebé.
La cosa en el estómago de su compañera.
La razón por la que tuvo que irse en primer lugar.
Nunca había maldecido su infertilidad antes, pero ahora lo hace.
- No me importa- le espetó- Realmente no me importa, bebé mío o no mío. Te crié claramente, no me importa la paternidad.
- Está bien- permitió Marcel- Di que la traes de vuelta, ¿entonces qué?
- ¡¿Qué?!- Klaus no podía pensar tan lejos, solo necesitaba que Caroline volviera.
- Si este es tu bebé , y no digo que lo sea o no- le asegura- de cualquier manera, pero si lo aceptas como tuyo, ¿no estás duplicando la cantidad de enemigos que tendrá?
Klaus dejó de respirar ante la idea.
Nunca había considerado la idea de que el bebé estaría en peligro si fuera suyo.
Caroline había pasado su vida en peligro por su parentesco, incluso ahora sus enemigos estaban con alfileres y agujas esperando el menor indicio de que su protección había sido eliminada para atacar.
Y sus enemigos, los que había reunido a lo largo de los siglos, ¿podrían dañar a un bebé inocente si pensaran que su sangre corría por sus venas?
- No soy capaz de engendrar un heredero- argumentó débilmente- No puedo ser... las brujas me dijeron que no es posible.
- Dijeron que no debería ser posible- lo corrigió Marcel- pero que tendrían que leer la astrología de Caroline para saberlo con certeza, pero piensa en esto, me enfrenté a un montón de enemigos porque me adoptaron, qué pasará con ¿ese bebé?
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La hembra Alfa.
FanficUna vez heredera de uno de los paquetes de hombres lobo más grandes de Estados Unidos, Caroline ahora es una joven huérfana que está cautiva por los enemigos de su línea de sangre, pero con una oportunidad. El encuentro con el Alfa vivo más poderos...