Todo se volvió una conmoción en torno al ángel y su regresó, como era de esperarse. La mayoría comenzaba a pensar como Crowley después de tanto tiempo, que Cas no regresaría esta vez. Pero Dios no se cansaba, y devolvía a su hijo una vez más.
El demonio se atrevió a preguntar por qué el milagro había tardado tanto.
- Quizá padre quiso cobrarte un par de pecados. – Se burló Dean.
- O te estaba cobrando por salir con su hijo sin haberle pedido permiso. – Añadió Sam, riéndose ambos.
Cas solo elevó sus hombros, sin hacerse cargo de las bromas, pues tampoco tenía idea del porqué.
Los más felices del regreso de Cas, por encima del propio Crowley, eran Jack y Tamiel. Su apego al ángel era tal, que el demonio terminó por ser obligado a regresar a dormir a su casa, pues el bebé y el nephilim dormían con Castiel.
Cas prometió que solo sería por los primeros días, y ya habían pasado dos semanas desde esa promesa. Crowley comenzaba a frustrarse.
Tuvo que idear un plan, complotarse con Acatriel y los Winchester, para lograr su fin. A base de mentiras, logró encerrar a Cas en su habitación, prohibiendo a cualquier demonio acercarse.
- Solo tenías que pedirlo. – Sonrió el ángel, dándose cuenta del desenlace que buscaban el camino de besos en su cuello.
- Eres una sexy mami, pero una muy ocupada. – Lamentó el demonio.
Castiel rio, antes de unirse al juego del otro. También le extrañaba, no negaría que agradecía su determinación por lograr esto, pero tenía otras prioridades muchas veces olvidaba a su demonio favorito.
Por otra parte, y en un lugar llenó de tensión... Jack, Sam, Dean y Acatriel observaban al pequeño Tamiel sobre su cambiador. El bebé chupaba el pulgar de su pie, devolviendo la mirada al cuarteto de cuidadores.
- ¿Quién lo cambia? – Terminó por arriesgarse a preguntar Dean.
Los cuatro se escudriñaron el uno al otro, como desafiándose.
- Soy demasiado joven para asumir una responsabilidad así. – Objetó Jack. – Apenas y soy mayor que él. – Dio un paso atrás.
Ahora solo eran tres, y el tic tac del reloj solo aumentaba los nervios.
- Destruyó todo lo que toco. – Dijo Acatriel, levantando su mano. – Si se me cae, serán responsables ustedes. – Dio un paso hacia el nephilim.
Sam y Dean se miraron en la guerra común de hermanos, volviendo a esta acostumbrada situación.
- Piedra, papel o tijera. – Desafió Sammy, sin quitarle la mirada al rubio.
- Aceptó. – Respondió el mayor.
Ante la atenta mirada de Tamiel, los Winchester se enfrentaron, puños sobre sus palma listos.
Tres golpes, tijera y piedra de nuevo.
- Siempre igual, Dean. – Se burló el menor, haciendo un ademan para que su hermano prosiguiera con el trabajo.
El cazador murmuro por lo bajo un millón de insultos y enfrentó al pequeño ángel demonio.
- Tamiel, solo espero que quieras lo suficiente a tu tío Dean para no haber ensuciado horriblemente ese pañal. – Rogó al pequeño.
Tamy intentó llegar a él con sus manitas, pero era inalcanzable. El rubio le cedió una toallita para que se entretuviese mientras hacia su trabajo, y prosiguió...
- Que Dios me ayude... - Dijo.
ESTÁS LEYENDO
Guerra 2.
FanficLa historia de esta pareja de enemigos continúa. Esta vez, el destino se salta todas las expectativas, poniendo un nuevo desafío para Crowley y Castiel. Crowstiel