Capítulo 31- Una estrella sin luz

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Los días pasaron, Lucy anteriormente pidió que no se dijera a nadie más del gremio sobre lo sucedido, así que simplemente se excusaron diciendo que el lapso del matrimonio había terminado, cosa que todos creyeron.
Lo único que no entendían era la tristeza de la maga celestial, se la pasaba encerrada en casa, con un aspecto desagradable, ya que siempre llegaba con ojeras, ojos llorosos, debilitada sin querer comer algún bocado de nada

- Vamos Lucy, no se te ofrece algúna maldeata de fresas que tanto te gustan? -Le pregunto amablemente-

- No gracias Nina

- ¿Nina? -Arqueo una ceja sonriente- siempre me confundes

- Lo..Lo siento, es que es costumbre -Se disculpo tímidamente- perdón Mira

- Lo que a ti te pasa es que extrañas a Sting, ya que te has enamorado de el -Miro de manera pícara a Lucy- venga vamos, porque no sales de esta puerta y vas tras sus brazos

- No es eso, él va a ser papá y además a más tardar mañana firmo el divorcio, es solo cosa de ir a Sabertooth.

- Que mal -Puso su semblante triste- bueno, los amores no correspondido duelen, me gustaría que existiera algún tipo de poder donde el amor de esa persona fuera destruido o extraído

- Mi llave puede hacer eso... Espera, ¡Mi llave!, ¡Cierto!, La llave que me dio Minerva, ¡Oasis!. Pero... No lo sé -Su semblante nuevamente era triste-

- Aunque, olvidarte por completo de un amor tan fuerte es muy doloroso, no lo hagas Lucy, primero piensa las cosas -Le miro preocupa-

Ella asintió tímidamente, se levantó y salió del gremio.

Algo más que cambió en Lucy es que desde aquel incidente, a comenzado a usar ropa aguada, floja, principalmente por el hecho de que su autoestima había caído por completo, no se maquillaba, ni peinaba tan lindo cómo antes, por lo general se ponía suéteres tan grandes y largos que la cubrieran toda, con unas botas gruesas y unas medias cortas abajo para evitar tanto el frío, sin faltar que su cabello siempre andaba suelto.

- ¡Hola Lu!, ¿Te parece si vamos a la feria? -Le pregunto Levy que estaba junto con Gajeel-

- La verdad es que no puedo Levy, estoy muy cansada y creo... Creo que...

Estaba apunto de caer al suelo, pero Gajeel la sostuvo antes que cayera, Levy al instante se asustó, empezando a llamarla, se había desmayado así derrepente.

- ¡Lu!, ¡Lu!, ¡reacciona! -Le movía Levy-
Hay que llevarla a enfermería rápido Gajeel!

El dragón Slayer asintió y rápidamente entraron al gremio para ponerla en la enfermería de ahí, donde al momento fue atendida por Polyushka, dejandolas sola ahí adentro en uno de los cuartos

Les tocaba esperar ahí afuera a la pareja, su mejor amiga estaba más que preocupada

- Gajeel, desde que llegó de Sabertooth a estado así -Su tono de voz comenzó a entrecortarce-

- Mira Levy, creo que el causante de esto es Sting -Se rasco su nuca, desviando su mirada- ella huele a Sting, a lo que me refiero es que ellos dos, ejem, hicieron click -Unió dos de sus dedos tocándolos entre si- click click, ¿Sabes lo que te digo?

- Oh no te entiendo nada Gajeel -Arqueo una ceja-

- ¡Joder Levy, ellos dos hicieron lo que nosotros siempre hacemos en la noche!

- ¡Gajeel! ¡Cállate!, No era necesario decirlo tan así -Tapo su cara avergonzada- ¿Tu cómo sabes eso?

- Tenemos buen olfato, soy el que más sabe respecto a estos temas, se que Natsu confunde los olores mezclados por el hecho de que estuvieron juntos por tanto tiempo, pero Metalicana me habló mucho de la vida sexual de un dragón Slayer, supongo que los demás dragones solo les enseñaron sobre batalla y pelea.

Juntos Por Compromiso: StingluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora