Capítulo 11- Ella

3.1K 293 153
                                    

Por la tarde, Lucy se encontraba de entrada al gremio después de hablar con Minerva, está recién había llegado de comprar dulces, un helado y entre otras cosas que prácticamente llevaban azúcar.
Los dos exceed la miraron con unos ojos de deseo profundo, sin duda querían aquello que la maga celestial había comprado.
Ella los observó para luego sonreír dulcemente.

—Tengan estos dulces, espero sean de su gusto.

Frosh y Lector tomaron rápidamente las golosinas para luego agradecer cordialmente a Lucy.

— ¿De casualidad saben si Sting sigue en su oficina? — Pregunto Lucy—

— Shi, pero Frosh piensa que si entra, Sting se enfurecerá

— Oh cierto, Sting Kun no quería ver a nadie.

— Pues tendrá que verme quiera o no.

Lucy solo camino hacia el despacho de su marido, quería hablar seriamente con el de lo antes sucedido de su problema con Rufus.

Tocó la puerta pero lo único que recibió fue un grito de el, prohibiendole la entrada, con su olor sabía que era Lucy.

— Yo no te hice nada, déjame pasar.

— E dicho que no Lucy.

— Bien, como quieras. Te e comprado unas paletas, te las dejo aquí en el suelo fuera de la puerta, para que calmes tu estrés con ellas.

POV Sting

Estaba enojado con todos, me molestaba que siempre me tacharan como el amargado, además Rufus se lo merecía, ni me arrepiento.

Tras ya no sentir el olor de Lucy, abrí la puerta, tome las paletas y salí por la ventana, dando un salto desde el segundo piso donde estaba mi oficina.

Cada vez que estaba enojado iba con Dixy, una chica que conocí hace ya bastante tiempo, con la que e tenido más intimidad que cualquiera de aquí.
Me llama mucho la atención, siempre termino buscándola y cayendo en ella.

Vivía retirado, cerca del bosque, ya que era una maga bruja, hacia encantamientos y esas cosas.

Al llegar a su remolque, toque su puerta y está abrió, dejándose ver con una cara de pocos amigos

_¿Que tienes bebe?

— ¡¿Que que tengo?!. Osea, Eucliffe, te casaste con una perfecta desconocida, obesa y mimada. —Gritaba molesta—

Ah, ya te había comentado —Rascaba mi nuca— solo serán por unos meses, además no siento nada por ella.

— Jodete.

—Continuo— Imbécil

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Continuo— Imbécil. —Se cruzó de brazos— ojalá vivas un infierno con ella.

— Si vivir con ella es un infierno, entonces acostarme contigo es el cielo. Anda mujer, vengo enojado y nada mejor que estar aquí.

Juntos Por Compromiso: StingluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora