Juntos Por Compromiso: Stinglu

Capitulo 47- Paraíso 🌸

Al día siguiente por la mañana, Lucy terminaba de hacer sus maletas, las de ella y las de Sting, ya que hoy por la tarde partirían al lugar llamado 'Paraíso', el último lugar donde el sable llevaría a su hada para que fuera totalmente feliz.

Lucy estaba sola en casa, ya que Sting había salido a una supuesta junta de 2 horas, que claro, no era junta, sino su chequeó de salud con Jellal y otros magos médicos.

— Te seré sincero Sting, e sido médico por treinta años, tu caso jamás lo había visto, más claro que aprendí de el porque lo estudie. Es como si tuvieras un parásito en tu corazón, un virus del cual jamás se puede liberar de el, no hay cura y eso ya te lo a dicho Jellal.

— Si lose, Jellal ya me lo mencionó—Cabizbajo dijo— ¿Cuánto tiempo?

— Menos de 10 horas

— ¡¿Que?! —Grito Jellal— tenía pronosticado que un mes o más.

— Sting es muy fuerte, esta enfermedad solamente dura 3 días, pero ya has estado viviendo mucho con ella, así que vaya que te has sabido mantener —Dio un largo suspiró— lamento tanto no tener el remedio, pero inclusive tu olfato está muerto, tu vista se desvanese, estás muy pálido y ya no tienes las fuerzas musculares como tener algún combate.

— Pues que se le hace —Sonrió irónicamente— yo tengo que irme, quiero permanecer lo que queda a lado de mi esposa, así que nada más que pues despedirme de ustedes

Se levantó de su silla y extendió su mano hacia el doctor y Jellal, brindándoles una sonrisa, de la cual ahora sí era sincera.

— Perdón por aquella pelea absurda que tuvimos hace tiempo, no debí golpearte ni decirte cosas sobre tu mujer, espero y algún día puedas perdonarme de forma honesta. Cuida mucho de mi amigo Erik, le hechare demasiado de menos —Dio un leve suspiró— y agradecerles nuevamente a los dos y su equipo.

— A ti por acudir con nosotros y siempre te recordaremos como el inusual chico de ojos azules y rubio..

Sting solamente sonrió por última vez y salió del lugar. Es que morir no le causaba ningún miedo, lo que si temia era dejar a Lucy, no volver a estar con su amada esposa, ni cumplir con aquella promesa de permanecer juntos por una larga vida. Le dolía mucho y era una carga dolorosa.

Mientras que en Sabertooth esperaba ahora Lucy a su esposo, Rogue se le acercó.

— ¿Que tal todo Lucy?

— Excelente —Sonrió dulcemente— oye, e escuchado un chisme por ahí de que estás quedando con una sirena, ¿Kagura?..

— Para nada, solamente es una amiga —Rodeo sus ojos—

— Oh vamos Rogue, ¿No planeas tener novia y familia?. Un pequeño Rogue corriendo por estos pasillos

— Ahora que mencionas a un pequeño, ayer por la tarde un niño se me acercó, diciendo que yo era su padre, no paraba de seguirme hasta que tuve que escapar a gran velocidad  —Rascaba su nuca—

— ¿Cómo era el niño?

— Pues tenía cabello negro, ojos color carmesí y traía un libro en sus manos, era raro porque si tenía un parentesco.

—Eso si que suena demasiado raro, pero lógicamente estaba equivocado..

Las puertas del gremio fueron abiertas por el líder de Sabertooth, al parecer tenía un dolor de cabeza porque se le veía algo cansado.
Lucy de inmediato se acercó a él, poniendo sus manos en el rostro del chico para verificarlo.