Juntos Por Compromiso: Stinglu

Capítulo 34-Llave Del Olvidó

La maga celestial y el mago de hielo hicieron su aparición, llamando la atención de todos, inclusive Rogue el cual tenía todo su cuerpo lleno de escamas negras, al solo ver a Lucy, desaparecieron por completo, tranquilizandolo, la rubia emitía algo que a cualquier le daría tranquilidad.

— ¿Qué haces tú aqui Lucy Heartfilia? —Le pregunto sorprendido Mest—

— Seré la voz de Sting, así que primero que nada quiero que me escuchen.

Camino hacia al frente, llamando la atención de todos, sin dejar de recibir miradas integradas.

— Lucy... —Susurro Sting—

La chica de espíritus celestiales, se posicionó delante de todos, para que la mirarán.

— En primer lugar, Mest, tu estas llevando a cabo un juicio inadecuado, tachas a un testigo sin terminar su palabra, adem...

— ¡Cállate!, Ya e dicho que Sting queda a cadena perpe..

— ¡Guarda silencio tu! —Le miro frustrada— en primer lugar, no eres nadie al cual deba callarme, y si lo haces, pídemelo de forma honesta, déjame continuar de la manera más respetuosa te lo estoy pidiendo.

El chico solo chito enojado

— Eres el juez con menos conocimientos que e visto.
Un juicio no se lleva a cabo dando puntos positivos o negativos sin antes conocer la palabra del acusante y así  terminar con un veredicto favorable.
Para que me entiendas, tenemos una manzana dentro de una aula, solo niños se quedaron en ella, entonces la maestra se entera que fue comida y no sabe o no tiene idea de quién haya sido, así que solo se pone a hacer encuestas de quién es más probable de haberla ingerido, ¿Ves justo eso?

— ¿Me estás llamando imbécil?

— Ignorante de forma más cordial, por eso te explico de manera que tú cerebro lo capte —Le miro de mala manera— Por otro lado, hablando un poco como yo misma, no como toda una testiga. Se que este chico de aquí, es inocente ante los cargos que se le culpan, así que te pido a ti, que hables, que des tu palabra Eucliffe

Le miro a Sting, decidida, sin miedo o remordimientos, el accedió a levantarse, y ponerse a lado de su nuevo az bajo la manga.

— Primero que nada, gracias a todos los que están aquí presentes, a quienes me odian en este mismo instante y a quienes me apoyan a pesar de no saber nada en lo absoluto.
De mi propia boca y mis palabras, afirmó que yo asesine a todos los mencionados que Mest dijo

— Sting Kun... —Le miro con tristeza Lector—

— Genial, acaba de meter la pata —Gruño Natsu—

— Pero no es como ustedes lo piensan.
Yo asesine a aquellas personas porque todas pertenecían a gremios oscuros, a tu marido al cual mencionaste —Señalo a una de las pobladoras— No me arrepiento de matarle, pues el se salía para otras tierras a abusar de menores, a asesinar personas las cuales portaban grandes cantidades de oro entre otras cosas imperdonables.

— ¿Qué? —Le miro atónita—

— Si no me creen, porque no averigua en su casa, seguro dejo algunos pañuelos envueltos de sangre. Dejando a su marido a un lado, —Dio un gran suspiro— Yo no e abusado de ninguna chica, ellas siempre lo hacen por cuenta propia, vienen hacia mi, pero desde hace meses deje ese fetiche, así que lo que me estás acusando es falso, los niños los cuales asesine, eran hombres grandes en cuerpo de ellos, yo no sería capaz de matar a un menor.

— Cabe descartar que a la mayoría se le pago por venir a decir unas cuantas palabras llenas de mentiras, así que si no tienen argumentos verdaderos, pasen a retirarse o simplemente no se entrometan —Afirmo Lucy—