El consejo decide desoficializar a Fairy Tail por su grave comportamiento, para evitar eso, deberá una hada llevar a cabo una unión forzadamente con algún maestro de cualquier gremio, para que este con su cargo traiga de vuelta a Fairy Tail.
¿Cual h...
Habían pasado tres días y ya teníamos que irnos al gremio, la rubia quería quedarse más tiempo pero se lo negué, yo debía trabajar y además no la iba a dejar aquí sola junto con Natsu en su etapa sexual o mucho menos con Gray que seguro en cualquier momento se aprovecha de ella.
— Bueno, los veo muy pronto familia —Se despidió tristemente Lucy—
Ellos igual se despidieron de ella, también de mi, de Rogue y de Lector junto con Frosh.
Nos alejamos y comenzamos a caminar para la estación de trenes. La miraba y seguía triste, con su mirada abajo. Bueno la entiendo.
__ No estés así, te prometo que vendremos otra vez en cuanto podamos
La mire sonriente y ella con un lindo brillo en sus ojos me observó.
— ¿Enserio? —Pregunto ilusionada—
__ Claro amor.
Tape mi boca de inmediato, tras a ver dicho eso.
¿Porque demonios la había llamado así?
Ella se sonrojo, Lector y Frosh solo me miraban con miradas picadoras. Tratando de decirme que me gustaba, mientras que Rogue solo se sorprendió
__ E..Es mi esposa, es normal que le diga así, ¿Verdad que sí amor? —Le lance mi mirada—
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Ella asintió apenada, con todavía ese lindo rubor en sus mejias que la habían ver muy tierna y linda. La tome de la mano para caminar juntos.
No me daba vergüenza ni pena ahora mismo.
En el trayecto del camino todo fue tranquilo, a excepción que me la pasaba muy pegado a la rubia, no lose, es que me gusta estar a su lado y se que a ella le encanta eso. Entrelazaban mis dedos con los suyos y ella sonreía tiernamente, se le empezaba a quitar la pena de estar así conmigo.
__ Rubia, ¿Porque estás tan hermosa?
— Porque soy Lucy —Sonrio con arrogancia—
— Creo que las costumbres de Sting se te están pegando —Decia Rogue—
Ella soltó unas leves carcajadas y negó.
Por mala suerte no había un tren, que prácticamente era el último para llegar a Sabertooth, así que no los quedó de otra y tuvimos que empezar a caminar por el bosque.
— Que mala racha, yo no quiero caminar —Se quejaba Lector—
— Ven, te cargo en brazos —Extendió sus manos Lucy sonriéndole—
Esta chiflado.
Bueno ese era el punto, mientras más caminamos algo me estaba teniendo inconforme, no lose, una vibra de esas que sabes que pasará algo.
