PACTO

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El sol se mostró como todos los días, borrando el miedo y la curiosidad que tiene la noche cuando aparece y como todos los días Diego se alista para ir al colegio.

Diego se volvió amante de lo paranormal cuando perdió a su madre y a su hermanita en un accidente automovilístico, un ebrio al volante, se enteró sobre psicofonías, rituales e instrumentos como la ouija para tener contacto con su difunta madre, hasta ahora sin éxito pero su gusto por conocer más sobre el tema lo impulsaba a seguir.

El vivía prácticamente solo por que su padre se volvió un ebrio después del accidente, antes del accidente solo se escuchaban gritos y peleas en su casa, los vecinos y amigos de la familia creían que el hombre golpeaba a su mujer y cuando su mujer falleció nadie podía desmentir esa conclusión, la presión por el fallecimiento de su esposa, la acusación de ser un abusador y la falta de apoyo lo empujaron a la bebida.

— Apura, lárgate — Le decía su padre para que se vaya al colegio, recostado sobre un sofá en la sala.

Su padre siendo alcohólico nunca desató su frustración ni su cólera hacia su hijo pero tampoco le dió su apoyo, cariño y comprensión haciéndolo casi invisible para él.

Diego abrió la puerta y antes de salir giró su cabeza para observar a su padre, ignoró su estado y siguió su camino.

Caminaba como todos los días observando a su vecino como se despedía su hermosa esposa de un beso y luego se subía a su coche para ir a trabajar.

Observó también a su joven vecina que corría con lindo perro de raza Chow Chow el cual la seguía ladrando y saltando.

Lo que veía era de todos los días excepto su compañero de clase Jorge que, aunque siempre se lo encontraba, este siempre le contaba un dato nuevo que no conocía.

— Hola, ¿Sabías que los caracoles son hermafroditas? — Le pregunto Jorge en cuanto lo vió.

— No, no lo sabía — Respondió con una cara como diciendo ¿Para qué quiero saber eso?

Ambos rieron mientras se dirigían al colegio.

Se oyó la alarma del colegio y ambos, como muchos, se apresuraron para llegar a tiempo.

Al llegar, ambos vieron a una compañera del salón, Evelyn, ella era una chica muy guapa, tenia su largo cabello marrón con un gancho a 5 cm. sobre su oreja izquierda además de una hermosa sonrisa pero por su personalidad tímida y cohibida no resaltaba mucho.

— Buenos días — Dijo Evelyn con una mirada tímida y con la voz algo baja.

Jorge quedo perplejo ante el saludo de Evelyn y no pudo responder, Diego, que también se perdió por la misma razón reaccionó casi de inmediato.

— Buenos días — Respondió Diego casi entrecortado.

Notó también a su amigo ido por lo que pone su brazo en su espalda y lo empuja hacia el frente.

— Apresurémonos, no debemos llegar tarde —

— Si — Contestó Evelyn

Los 3 se dirigieron a su aula sin mencionar más palabras.

El día transcurre con total normalidad y las horas de clase avanzan más rápido de lo que uno cree llevándolos al final de ésta.

— Para la próxima clase me van a presentar una monografía sobre la invasión de los Españoles al Imperio Incaico — Ordenó la maestra.

— Aaaaaahhhhhhh — Replicaron a coro los alumnos.

Siendo viernes, los alumnos querían disfrutar y divertirse el fin de semana en vez de dedicarse a estudiar y hacer tareas.

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