EL PODER DE EVELYN

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Diego se levantó de un salto, su transpiración excesiva y su cara espantada hacía obvio lo que pasaba, la pesadilla de siempre que cada vez lo afectaba un poco más.

— No es real — Se repetía una y otra vez al despertar para calmarse.

Cuando se recuperó, volvió a su rutina diaria, al volver del mercado con lo necesario cocinó un rico platillo para dos el cual disfrutaron juntos, frente a frente, Diego tenía tanto que decir y preguntar pero las ideas se agolpaban en su boca sin poder salir.

Tal vez fue un momento raro o hasta incomodo, su padre estaba con él sólo dos días, parecía estar frente a un extraño pero no importaba, para él era suficiente.

Después de terminar todo lo pendiente, Diego se alistó para visitar a José, se puso una ropa deportiva y salió de su casa.

— Ya vuelvo — Gritó cerrando la puerta.

Esta vez no se oyó nada, no le dió importancia ya que tal vez no lo escuchó .

Diego se dirigió al parque a encontrarse con Evelyn, no esperó mucho cuando la vió, traía una falda hasta las rodillas, un polo plomo y esta ves sí trajo un abrigo color marrón.

— No esperaste mucho ¿Verdad? — Preguntó Evelyn al llegar.

— Valió la pena — Respondió haciéndola sonreír.

— ¿Nos vamos? —

Ambos se dirigieron a la casa de José con el propósito de obtener información o ideas para detener las pesadillas.

Desde una distancia prudencial, detrás de un árbol, de una esquina, de un carrito de Hot Dog, Sofía los vigilaba, sigilosamente los seguíó todo el camino sin que la notaran.

— Informa Mario — Sofía lo llamó con su celular.

— Estoy frente a su casa, no hay movimiento — Mario se encontraba frente a la casa de José.

— Estoy dirigiéndome hacia tu posición —

— ¿Motivo? —

— Mi objetivo se dirige a ese lugar —

— Ok, nos vemos — Colgó.

Al llegar, Diego estaba un poco  inquieto, se detuvo frente a la puerta de madera, no sabía como iba a reaccionar José ni mucho menos si lo iba a ayudar ya que él había abandonado el grupo, pero Evelyn lo apoyó.

— Quédate tranquilo, estoy segura que te ayudará — Dijo tomando su mano con fuerza.

TOC, TOC, TOC -

No se escuchaba nada del otro lado, volvieron a tocar e inmediatamente la puerta se abrió mostrando a José un poco agitado con sudor en la frente y al contrario de lo que pensaba Diego, José lo recibió con una gran sonrisa.

— Diego, que bueno que volviste, adelante — Dijo feliz forzandolos a entrar.

Sofía y Mario se encontraron, ambos vieron a sus objetivos juntos e ingresar a aquella casa así que esperaron.

— La información era correcta, aquí se reúnen — Dijo Sofía.

— ¿Qué haremos? —

— Si hay más adentro estaremos en problemas, sólo vigilaremos —

Estando dentro, Diego y Evelyn se pusieron cómodos en su sala y esperaron el momento adecuado para conversar.

— Héctor, ven a ver quien llegó, entrenaremos luego — José gritó para avisarle a Héctor.

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