ARS GOETIA

SIGUIENTE MOVIMIENTO

EN LA NOCHE

Todos estaban en casa de José frente a su gran televisor observando las noticias, aun con sus heridas apenas atendidas, esperando ver lo que los medios informaban sobre lo sucedido.

Las noticias mostraron algunos videos que los testigos mandaron y sólo se llegó a apreciar aquel remolino cayendo sobre el patio, nada sobre las flechas doradas o el enfrentamiento que tuvieron y eso los tranquilizó un poco.

— Bien, ahora dime ¿Por qué lo mataste? — Preguntó José a Sofía.

— Él es conocido como el más obstinado y problemático de todos. A él no podías convencerlo, con una mente tan cerrada como la suya, no hay forma de hacer que cambie de opinión —

— Hay personas que son más difíciles que otras pero... —

— NO — Interrumpió Sofía atrayendo la atención de todos — Hace unos cuantos años fue enviado a eliminar a un portador y lo hizo pero, al buscar su hoja encontró más de una, creyó que habían más portadores y eliminó a todos las personas con quien tuvo relación, familia, amigos, vecinos... —

— ¿Por qué es raro encontrar más de una hoja? — Preguntó Sergio.

— Por lo que sabemos, las hojas están perdidas por el mundo — Respondió Mario — Encontrar dos o tres no es raro pero que que haya más indica que lo han estado buscando y eso no lo hace una sola persona —

— Eso no lo defiende —

— Lo sabemos — Intervino Sofía — Lo sé, por eso lo maté —

Después de oír la breve historia no les quedaron dudas y se sintieron un poco aliviados, matarlo fue la decisión correcta.

— ¿Quien lo mandó? ¿El mismo que los mandó a ustedes? — Preguntó Sergio.

— Imposible — Respondió Sofía al instante — De haberlo hecho nos hubieran informado —

— ¿Estas segura? —

Aquella duda dejó pensativa a Sofía y a los demás paladines, no podía asegurarlo ya que simpatizar con los portadores podría considerarse como traición, un motivo para ser parte de los objetivos.

— ¡Genial! — Sergio rompió el silencio provocado por su pregunta — ¿Alguien sabe como estar seguro? No podemos ir a ciegas —

— Fácil, no podemos — Respondió José muy tranquilo — ¿Puedes contactarlo de nuevo? —

Aquellas palabras sorprendieron a los paladines, no sabían que es lo que tenía en mente ni qué esperaba conseguir al hablar con su superior.

— ¿Y qué le diré? — Preguntó Sofía.

— Que iremos. No podemos exponer inocentes, hagamos lo que dice y arreglémoslo allá —

— Si te quieres suicidar, puedes hacerlo aquí y ahora — Comentó Sergio.

— Si quieres esperar a que vengan más de ellos, hazlo, pero si no fue enviado, tal vez arreglemos las cosas de una vez —

Mario vio a todo su equipo, esperaba que alguno diera otra idea pero nada se les ocurrió.

— Iremos los cuatro — Agregó Diego.

— ¿Qué? — Causó sorpresa y preocupación en Evelyn — No puedes ir y exponerte así —

— Tranquila — Respondió tomando su mano — Estoy seguro que no habrá pelea —

— Entonces yo también iré —