CHRISTIAN II

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José se acercó a Héctor y le tocó el hombro.

— Vamos, tengo un plan —

— ¿Cuál? —

José murmuró cerca a su oído y sonrió, tenía confianza en que su idea funcionaría.

— No creo que pueda con eso —

— Haz lo que puedas — Dijo sonriendo — Quédate Sergio, descansa y protéjelos —

Ambos caminaron hasta quedar junto a los paladines. Sergio colocó una rodilla en el suelo y respiró profundo varias veces, se le notaba que no podía continuar y acató la orden.

— El poder de aquella chica... — Sofía murmuró en cuanto José se acercó.

Creía que su poder era suprimir los poderes de los demás, por lo que vio, pudo hacerlo en un portador y en un arcángel, sólo por eso se enfrentó a su superior.

— No sabemos mucho, sólo que hasta ahora nos da sorpresas cada vez que lo vemos — Respondió José.

A Sofía le disgustó oír eso, no por la respuesta si no porque se estaba arriesgando demasiado, es un hecho que Diego no entraría en la oferta de alianza por lo que acaba de mostrar y que los superiores buscarían la oportunidad para eliminarlo.

Si tenía razón con el poder de Evelyn, buscaría la manera de resolverlo pero, si no, Diego se volverá una amenaza.

Después me encargaré de eso. Ahora él es primero — Pensó Sofía — Mario, Raúl, muévanse — Ordenó.

Mario y Raúl también estaban débiles y heridos, aun sangraban por las heridas provocadas por las flechas y los escombros que cayeron sobre ellos, la sangre caía por un brazo y una pierna respectivamente.

Rodearon a Christian hasta colocarse detrás de él, ambos se armaron y junto a Sofía formaron un triángulo, Christian los vio y rió fuertemente de su formación.

— Vengan pues, traidores —

— Nosotros lo distraemos y tu aprovechas para terminarlo — Murmuró Sofía.

Sofía sacó su espada y corrió a enfrentar a Christian, José cerró los ojos, trataba de concentrarse para expulsar más poder, y Héctor se colocó en su delante para protegerlo de las flechas del arcángel.

Los otros dos paladines también corrieron para enfrentarlo, Christian estiró la cuerda de su arco y una flecha muy brillante apareció, su resplandor parecía parpadear y disparó hacia Sofía y los demás.

Sofía planeaba cortarla como lo hizo anteriormente pero, cuando estaba tan cerca y a punto de hacerlo, vio que de aquella delgada y brillante flecha salían más, en tan sólo un parpadeo, una flecha se volvió un millar.

Debido a la adrenalina que corría en el cuerpo de todos, Sofía se percató de eso a tiempo y se lanzó al suelo para evadirlo.

Héctor ya lo veía venir, creó una barrera triple y esforzándose al máximo lo hizo tan grande como pudo para proteger a José y a los demás que estaban hasta atrás, recuperándose.

Dicha barrera los protegió, casi todas las flechas quedaron atoradas, pocas rebotaron y otras estaban más allá de su alcance. Christian notó eso y se molestó, en su mirar se veía que el siguiente ataque no sería detenido.

Mario lanzó dos de sus dagas directo a la cabeza de Christian pero los bloqueó fácilmente con su arco. Molesto, clavó su arco al piso y los enfrentó con sus manos desnudas, era su forma de humillarlos.

Mario intentó cortarlo o apuñalarlo con sus dagas pero Christian los detenía y contraatacaba con golpes en sus brazos y hombros; Raúl llegó y se unió a la pelea pero, al igual que Mario, sus golpes no daban en el blanco.

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