Los paladines se alistaron, cada uno con un arma distinta y un objetivo designado, tomaron caminos diferentes pues conocían su paradero y los primeros en llegar fueron Mario y Raúl.
Mario logró entrar en la casa de José, tuvo que saltar un muro y luego abrir su puerta, nada difícil y estando en su sala se sentó en un sillón.
Slash, slash - Mario frotaba sus dagas para llamar la atención de José.
José dormía plácidamente en su cama cuando aquel sonido lo despertó, dedujo que alguien producía aquellos sonidos y, sólo con un short oscuro y un polo, se vió obligado a acercarse para hacerle frente al intruso.
En la oscuridad de su sala vió al responsable, un joven que parecía tener su edad, con ropa blanca y un abrigo negro, nunca lo había visto, no sabía quien era ni mucho menos su propósito pero algo sí era seguro, que no venía con buenas intenciones.
En cuanto Mario lo vió, se levantó enseñando las dagas para atacar pero José lo detuvo y con un ligero movimiento de la cabeza lo invitó a que lo siguiera. Mario accedió y desde unos cuantos pasos de distancia, ambos en silencio, no se detuvieron hasta estar en el centro del patio.
José lo observó en silencio por un momento y algo le llamó la atención, además de una ropa extraña y un crucifijo que colgaba del cuello, no era como él ya que no sentía ninguna energía de aquel intruso.
— ¿Quién eres? — José trataba de sacarle algo de información.
Mario no respondió, sólo mostró sus dagas y tomó una posición de ataque.
— ¿No me dirás nada? ¿Tu nombre o el por qué estas aquí? —
Mario lo miraba fijamente sin decir ni una sola palabra.
— Bien, te sacaré las respuestas — Dijo dando tres saltos hacia atrás.
José estaba preocupado, no sabía contra quien estaba peleando así que Mario hizo el primer movimiento.
Corrió hacia él con sus dagas delante, José lanzó tres vientos cortantes pero estos fueron bloqueados con facilidad por ambas armas.
José trataba de tomar distancia con cada ataque que lanzaba pero Mario se esforzaba para acortar esa distancia, cada golpe era con intención de matar y a José cada vez le resultaba difícil bloquearlos o esquivarlos.
Sin opciones, José puso sus pies firmes en el suelo y agitando los brazos, generó una corriente de aire directo a Mario, aquella corriente no tenía mucha fuerza pero sí la suficiente para hacer que Mario se proteja y pierda de vista a José.
Cuando Mario descubrió su vista, no veía a José por ningún lado.
— ¿Escapó? — Pensó mientras revisaba el lugar mirando hacia todos lados.
Mario se preocupó un poco ya que no podía perder a su objetivo pero un ruido atrás de él le hizo dar vuelta de inmediato.
José estaba en la esquina del patio y el ruido que se escuchó fue por abrir un baúl, ahí guardaba algunas cosas para el entrenamiento, metió la mano y sacó lo que estaba buscando, la vara que Sergio había usado en la pelea contra el tipo del sueño.
— Que bueno que practiqué un poco con esto — Pensó José mientras lo alzaba con una mano.
José caminó hacia Mario cierta distancia y estando delante del intruso, sonrió confiadamente.
— No sé porque estas aquí pero no te sorprendió que usara mi poder y eso despertó mi curiosidad. Te sacaré la verdad — Dijo apuntándole con la vara.
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ARS GOETIA
ActionLa historia narra la aventura de Diego, que un día encuentra unas hojas de un libro para invocar demonios la cual usa y formará un pacto con uno. Pronto descubrirá que no es el único y tratando de averiguar más sobre estos demonios se encontrará co...