One-Shots (GabrielxNathalie)

No puedo perderte

El corazón de Gabriel se paralizó por completo cuando delante de él, el cuerpo de Mayura cayó de rodillas en el suelo delante de Ladybug. La tos recorrió el cuerpo de la villana mientras se rendía delante de la superheroína, no podía seguir, no tenía fuerzas para ello. CatNoir retenía con su bastón a Lepidoptero el cual por primera vez en años temió de verdad. Los ojos de Mayura se posaron en él y sonrió tristemente, no sabía si le dolía más el hecho del daño que el prodigio causaba en ella o decepcionar a Gabriel.

—Lo siento... —Susurró pero él podía sentir sus emociones aún sin haberla oído.

Negó con la cabeza mientras relajaba su cuerpo y miraba al superhéroe que lo estaba reteniendo impidiéndole así llegar a su Nathalie.

—Por favor... Deja que vaya con ella... —Suplicó Lepidoptero con voz sincera y nada a lo que ambos héroes estaban acostumbrados a oír de él.

—No puedo hacer eso... —Dijo CatNoir apretando más la barra contra el cuerpo del villano.

—Por favor... Sé que tú harías por Ladybug lo mismo. Si de verdad amas a esa chica me entenderás. —El bastón contra su pecho se relajó y enseguida Lepidoptero se acercó corriendo hacia donde estaba Mayura, arrodillándose a su lado y apretándola contra él.

—¿Por qué le has dejado escapar CatNoir? —Replicó Ladybug sin entender nada.

Su compañero de batallas puso una mano sobre su hombro, diciéndole que girara la cabeza hacia ambos villanos. La portadora de la mariquita sintió por primera vez que ambos villanos tenían de verdad corazón al verlos ahí, en el suelo. Lepidoptero abrazaba a Mayura contra él fuertemente, protegiéndola mientras ella se aferraba como si su vida dependiera de ello. 

—Por favor... No me dejes, tú también no, por favor... —Susurró el villano sintiendo el temor en su cuerpo.

Recordó el día en el que perdió a Emilie, se estaba repitiendo, no podía permitirse eso, no podía perder a Nathalie también.

—Señor... —Su voz estaba rota, llena de dolor, partiendo el corazón de Gabriel todavía más.

La miró y en ese momento comprendió que no podía seguir con esto. Solo había una solución para conseguir salvar a Nathalie antes de que fuera demasiado tarde. Los héroes de París lo miraron, viendo como su rival los miraba, agachando la cabeza, suspirando y después enfrentarse a ellos.

—Salvadla... Por favor... —Los ojos de Lepidoptero estaban húmedos mientras enfocaba su mirada en sus enemigos —. Si la salváis os daré nuestros prodigios... Nos rendiremos... No volveréis a vernos el pelo.

—¿Cuál es el truco viejo? —Comentó CatNoir mientras subía el bastón por encima de sus hombros.

—Ninguno... Solo quiero que ella esté bien... Solo eso... Y que no sepáis quiénes somos... Son las únicas condiciones que os pongo para quedaros con los prodigios.

Los héroes se miraron entre sí. No confiaban en la palabra de ese hombre hasta que oyeron el grito desgarrador proveniente de sus labios cuando Mayura cayó inconsciente en sus brazos.

—¿Confías en el Milady? —Ladybug los miró, tragando saliva mientras asentía y se abría paso hacia ellos.

—¿Qué es lo que le ocurre? —Lepidoptero alzó la mirada dándole gracias por primera vez a esa joven superheroína.

—El prodigio está dañado... Los daños pasan al cuerpo de Mayura como si fuesen suyos.

—¿Y aún sabiéndolo la has dejado usarlo? —Recriminó Ladybug mientras se arrodillaba junto a ellos.