Décima Novena Parte

975 73 19
                                    


Dionisio se guardo de nuevo el celular y regreso con su mujer..

Maura: ¿quien era? (curiosa)

Dionisio: Mauricio, para preguntarme algo de la empresa, nada importante en realidad (mintió)

Maura: ah, bueno, voy a acostar a Pablo, tu encargarte de que Fabián se sepille los dientes antes de dormir (le dio un beso a su marido y se retiro)

Dionisio: Ofelia, ¿podrías encargarte tu de que Fabián haga todo eso?, es que tengo que salir..

Ofelia: si, yo me encargo, no te preocupes..

Dionisio: gracias y por favor, encubreme con Maura, si te pregunta que ha donde fue inventate algo..

Ofelia: tu sabes que no me gusta mentir..

Dionisio: por favor, Ofelia, no quiero más peleas con ella..

Ofelia: está bien, solo espero que no vaya a ir a ponerle el cuerno a mi niña,  no te lo perdonaría..

Dionisio: claro que no, yo no haría eso, Ofelia..

Ofelia: espero que digas la verdad..

Dionisio: ya me voy, vuelvo enseguida, gracias (repitió antes de salir)..

Agradeció que el departamento de Ana Rosa estuviera a sólo media hora de su casa, entro en este y toco la puerta de su habitación, ella abrió en lencería..

Ana Rosa: pasa (sensual)

Dionisio: aquí estoy perfectamente bien (serio) ¿que querías?..

Ana Rosa: ¿tienes miedo a entrar por si caes en la tentación de tocarme? (provocándole)

Dionisio: no eres ninguna tentación para mi, no entro por que no me da la gana, solo vine para saber que querías decirme, y estas tardando en hacerlo..

Ana Rosa: (se acerco peligrosamente a el con intención de besarle pero el la alejo)

Dionisio: ya basta (apretando con fuerza sus muñecas) ¿que demonios quieres?, no me hagas perder la paciencia..

Ana Rosa: está bien, pero entra y aquí te digo, no voy a comerte..

Dionisio: (la empujó y entro dando un portazo a la puerta) o me dices de una vez o me largo  ay te quedas..

Ana Rosa: ¿quieres una copa? (sirviéndose un trago, vio en los ojos de Dionisio que su paciencia iba a agotarse y decidió no tentar a la suerte) te llame para llegar a un acuerdo..

Dionisio: ¿un acuerdo?, ¿que acuerdo?..

Ana Rosa: tu me das un cheque de unos veinte mil dolares al mes y yo no le digo a tu esposa las cosas que decías de ella cuando venías a tener sexo conmigo..

Dionisio: cuando decía todo eso aun mi mujer y yo no estábamos casado así que no debe importarle..

Ana Rosa: yo creo que si le va a doler saber que el que ahora es su esposo, se refería a ella como una mujer fría, calculadora es más, las veces que dijiste que era tan horrorosa que serias incapaz de tocarla, yo creo que todo eso si le va a doler, sobretodo las veces que dijiste que como yo no había ninguna..

Dionisio: ¿en serio las veces que te decía que como tu no había ninguna te las creíste?, debe ser tu juventud que no te deja pensar, pero es algo que un hombre le dice a una mujerzuela para que se deje hacer lo que uno desea en la cama, no eres más que una mujer que se vende por dinero, una zorra, y si es verdad que me exprese de esa forma sobre Maura, y no sabes cuanto me arrepiento, es la mujer de mi vida, y si tu le haces daño, y yo veo a mi mujer derramar una solo lágrima por tu culpa (se acerco y la tomo con fuerza del cabello) te juro que no te la acabas conmigo, Ana Rosa, así que mejor no amenaces, o voy a tener que enseñarte por que me llaman el lobo..

El Poder Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora