Quinta parte

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Maura: (trataba de quitar la toalla que le cubría)

Dionisio: para (se quito de encima)

Maura: (estaba excitada) ¿que pasa?

Dionisio: no quiero que tengas sexo con un disléxico como yo (serio) voy a tratar de quitarme esto y por tu bien espero que salga con agua. (volvió a entrar en el baño).

Maura no entendió la actitud de Dionisio, espero a que saliera del baño para ducharse ella, después bajo a desayunar.

Maura: ¿has pedido comida? (viendo como sacaba algo de una bolsa de comida rápida)

Dionisio: tallarines y shushi (contestó)

Maura: no me apetece mucho pero mejor algo que nada (sentándose frente a el en la mesa)

Dionisio: desayunamos rápido, tenemos que pasar por la notaría.

Maura: disculpa si te molesto la broma, solo quería vengarme por lo de anoche.

Dionisio: ¿no te has preguntado como llegaste a la habitación?.

Maura: no....

Dionisio: yo te lleve para que pudieras descansar mejor, pero no hace falta que me lo agradescas.

Maura: (silencio durante unos segundos) Dionisio, hace un rato cuando estábamos apunto de tener sexo, ¿por que paraste?

Dionisio: cuando eramos adolescentes dijiste que jamás tendrías nada con un disléxico y yo solamente quiero ahorrarte pasar por ese mal trago.

Maura: ya viste que no fue tan mal trago (el se sorprendió) no te amo, pero no diría que no a tener sexo contigo, aunque sea solo por saber que tal lo haces.

Dionisio: (la miro) ¿quieres ponerme nota?.

Maura: por que no. (mirándole)

Dionisio: ¿por que me hacías la vida imposible cuando eramos niños? (le preguntó desviando el tema)

Maura: por que mi madre siempre estaba al pendiente de ti, al igual que mi abuela, celebraban tu fiesta de cumpleaños y aveces se olvidan de la mía, a ti una vez te hicieron una gran fiesta sorpresa, yo nunca tuve una, tu no eras su hijo, ni nada, yo si, y sin embargo a ti te dieron cosas que yo nunca tuve.

Dionisio: así que el motivo de tu odio son los celos.

Maura: de niñez, pero ahora te odio por muchas otras cosas.

Dionisio: (terminando de desayunar) bueno, vamonos (levantándose)

Maura: (también se levanto) voy por mi bolso.

Ambos salieron de la casa y se montaron en la camioneta, los hombres de Dionisio se quedaron toda la noche a vigilar la casa.

Dionisio: (miraba por la ventana pensando en lo que Maura le había dicho sobre tener sexo con el y mantenía una guerra consigo mismo entre hacerlo o no).

Cuando llegaron a la notaría, Augusto les estaba esperando.

Augusto: ¿traen los papeles? (pregunto)

Dionisio: aquí están (le dio un sobre)

Maura: Ausguto, tengo una duda, en el testamento pone que no puedo hacer uso de la herencia hasta pasar un año de casada y de convivencia con Dionisio, pero mi empresa es parte de esa herencia.

El Poder Del AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora