-¿Hola? -Preguntó Lyra, sujetando fuertemente el arma y hablando con voz firme. Me hizo una seña para que me esconda en la habitación de al lado. Hice eso y agarré el rastrillo que ahí estaba, escuchando atentamente y preparándome para atacar.
-Sólo buscamos a nuestro perro. El maldito se escapó.
-No ví a ningún perro por aquí. Estoy sola.
-Oh...¿Podemos entrar a revisar?
-¿Qué? ¡No! No tienen derecho a entrar a mi casa.
-... bruja.
Oí un suspiro de ella. Y después la puerta abriéndose. Y dos disparos. Dos golpes, caídas, cuerpos inertes. Después, un grito de Lyra. En ese momento, algo se activó en mí. Tenía que protegerla.